El ourensano José Antonio Gómez Gómez resultó ayer reelegido como secretario xeral de UGT Galicia al recibir el apoyo del 94,96 por ciento de los votantes.
Durante el X Congreso de UGT-Galicia, que se ha celebrado en Santiago de Compostela desde el pasado jueves y que concluyó ayer con la elección de la nueva Comisión Ejecutiva del sindicato en Galicia, Gómez agradeció el «apoyo» prestado por los afiliados y pidió poner fin a los «mensajes» que animan a responsabilizar a los trabajadores de la crisis económica.
En este sentido, y aprovechando la presencia en el Congreso del presidente de la Confederación de Empresarios de Galicia, Antonio Fontenla, el nuevo secretario xeral de UGT en la comunidad gallega pidió a la Patronal «honestidad» y «responsabilidad». De no ser así, advirtió, «la recuperación tardará más en llegar y se dañará aún más el tejido productivo de nuestro país».
Gómez apostó por el «diálogo social» como medida para reconstruir la economía y pidió mayor protección para los desempleados, tanto para aquellos que no cuentan con prestación como para los afectados por un expediente de regulación de empleo (ERE) de suspensión temporal. «Es momento de arrimar y empujar», indicó.
Además, el líder de UGT en Galicia apostó por «continuar con la senda del «cambio del modelo productivo» y aseveró que «a estas alturas los gallegos no pueden permitirse competir en bajos salarios». «Tenemos que competir con trabajadores bien formados, dando protagonismo a la educación y la cualificación profesional», apostilló, pero también precisó que es importante avanzar «en innovación y tecnología».
DEMANDAS A LA XUNTA
En este camino del progreso económico, Gómez señaló al «desarrollo rural» como «factor de cohesión económica, social y territorial» y demandó a las administraciones la puesta en marcha de «políticas públicas de apoyo y rentas mínimas» para el sector primario. En este sentido, se centró en el sector lácteo y pidió a la Xunta que trabaje para que esta crisis agraria no desemboque en la venta de explotaciones ganaderas, como ocurrió con Leyma, Ram, Lagasa o Larsa.
De esta forma, instó a abandonar «la guerra» entre Gobierno y comunidades y a «trabajar codo con codo» para afrontar la recesión económica y sus efectos «negativos» en términos de destrucción de empleo y tejido productivo. «Presidente, espero que sepa, desde el Gobierno de Galicia, deslindar la oposición política de las instituciones», pidió a Alberto Núñez Feijóo, presente en el Congreso junto con la titular de Traballo e Benestar Social, Beatriz Mato.
Finalmente, Gómez también se refirió a la política lingüística de la Xunta y exigió a Feijóo que el gallego no se utilice como «instrumento de confrontación o fractura social» ni como «bandera exclusiva o diferenciadora». En este sentido, se mostró contrario a «cualquier modificación sobre el Decreto del uso del gallego en la enseñanza» si no es con el «consenso de la ciudadanía y de los legítimos representantes políticos y sociales».
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