Expertos en Medicina del Trabajo abogaron ayer por incluir la seguridad y la salud laboral en las políticas de igualdad de género en el empleo, según pusieron de manifiesto en una jornada sobre ‘Riesgos laborales en el embarazo y lactación’, organizada por el Centro Provincial del Instituto Gallego de Seguridad e Salud Laboral (Issga) de La Coruña.
En la jornada, a la que asistieron más de un centenar de personas, se abordaron los aspectos médicos y normativos de los riesgos a los que están sometidas las mujeres trabajadoras en esos períodos.
La jefa del Equipo Técnico de Medicina Laboral del Centro del ISSGA de La Coruña, Nieves Lorenzo, abogó por que las políticas de igualdad de género en el ámbito laboral incluyan la cuestión de la seguridad y de la salud en el trabajo.
Lorenzo denunció que se han «infravalorado» y «descuidado» los riesgos laborales para la seguridad y la salud de las mujeres en relación con los hombres, tanto en lo que respecta a la investigación como a la prevención. En su opinión, ese desequilibrio debería ser objetivo de actividades de investigación, de toma de conciencia y de prevención.
En su intervención, apostó también por mejorar el seguimiento de las situaciones de riesgo en las mujeres, teniendo en cuenta aspectos como el número de horas trabajadas y basando la evaluación de la exposición en el trabajo verdaderamente realizado.
La jornada contó también con la presencia de la jefa de Área de Salud Laboral del Ministerio de Sanidad y Política Social, Montserrat García, quien subrayó que los riesgos laborales durante la etapa del embarazo y de la lactancia «transciende el ámbito privado para convertirse en una cuestión de máxima importancia social». Así, señaló que la maternidad debe ser considerada como «un aspecto cotidiano de la vida» y como una «función social y no coma una coartada para la discriminación», añadió.
En la clausura de la jornada, el subdirector general Técnico y de Planificación del Issga, José Rega, destacó que desde el punto de vista de la prevención se dispone de «elementos jurídicos suficientes» para que la exposición a determinados agentes en los centros de trabajo no supongan un riesgo de enfermedad, aunque insistió ó en la necesidad de que se apliquen las normas «de manera efectiva y sin demora» para lo que demandó la colaboración «de todos», desde las administraciones y las empresas hasta los trabajadores y la sociedad en general.
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