La Organización de Naciones Unidas (ONU), revisó ayer a la baja su previsión de crecimiento mundial debido a los efectos de la crisis económica y prevé ahora una contracción del Producto Interior Bruto (PIB) del 2,6%, 2,1 puntos menos que en su anterior estimación, realizada a principios de año, que apuntaba a un retroceso del 0,5%.
La ONU, que pronostica la pérdida de 50 millones de empleos a escala mundial durante los próximos dos años, subraya que esta cifra «podría duplicarse» si la situación económica sigue deteriorándose.
La organización auguró una contracción del PIB del 3,7% para la eurozona en 2009, y del 1,2% en 2010 en el peor de sus escenarios. En un escenario optimista, el crecimiento de la eurozona se situaría en el 0,5% en año que viene mientras que el escenario base de la ONU baraja un crecimiento de la zona euro negativo del 0,1%.
La ONU aseguró que las economías en vías de desarrollo han resultado «golpeadas de manera desproporcionada por la crisis», y estimó que si se toman las medidas políticas adecuadas, se producirá una leve recuperación n 2010, destacó el organismo en la actualización de su informe de perspectivas económicas para 2009.
El informe alerta de que la actual crisis económica y financiera es la mayor sufrida por el mundo desde la segunda guerra mundial, y advirtió de que supone «una significativa amenaza para el desarrollo social y económico».
«Si los mercados financieros no se recuperan pronto y si los incentivos fiscales no ganan la suficiente tracción, la recesión se prolongará en muchos países en los que la economía global se estancó en bajos niveles de bienestar y durante el ejercicio 2010», explica el informe.
«Las lecciones del pasado indican que la recuperación de las tasas de desempleo a los niveles anteriores a la crisis lleva de cuatro a cinco años después de que comience la recuperación», advierte la ONU.
En escenario barajado por la ONU augura un recorte de la renta per cápita mundial del 3,7% en 2009 y que al menos 60 países desarrollados sufrirán descensos en la misma. Sólo siete países registrarán incrementos de la renta per cápita del 3% o superiores a esta cifra, que marca el mínimo nivel de crecimiento requerido para reducir los niveles de pobreza en estas regiones.
MAYOR COORDINACIÓN Y ESTÍMULOS GLOBALES.
La ONU destaca que también han resultado perjudicados los países emergentes, en especial las economías asiáticas, que llevaban años registrando sólidas tasas de crecimiento.
La organización, no obstante, aplaudió las «medidas sin precedentes» adoptadas por los Gobiernos para reconducir la situación, tanto las fiscales, como monetarias y financieras, y las acciones coordinadas de los países, aunque se quejó de que la aportación de liquidez adicional acordada por los países del G-20 es insuficiente para dar a las economías en vías de desarrollo los recursos necesarios para asegurar un estimulo global «más equilibrado» en función de sus necesidades a largo plazo.
De hecho, la División de Asuntos Económicos y Sociales de la ONU (DESA), sugirió que un estímulo más equilibrado y coordinado resultaría en «un significativo crecimiento global» respecto a las actuales medidas individuales tomadas por los Gobiernos nacionales.
Por último, la organización alertó de que el recorte sobre el desempleo y de las oportunidades en los países en vías de desarrollo conducirá a una ralentización considerable en el progreso hacia la reducción de la pobreza y la lucha contra el hambre.
De hecho, calcula que entre 73 y 105 millones de personas permanecerán o caerán en situación de pobreza en comparación con la situación previa a la crisis.
«La mayor parte de este retroceso se hará sentir en el Este y el sur de Asia, con entre 56 y 80 millones de personas susceptibles de ser afectados, de los cuales aproximadamente la mitad están en la India, y otros 4 millones en Latinoamérica y la India», concluye el informe.
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