El propietario y administrador único de Leite Río, Jesús Lence, aseguró a Europa Press que no admitirá «ningún tipo de condición» del Sindicato Labrego Galego (SLG) «ni de nadie» y advirtió de que en el momento en que no pueda «ejercer su profesión y trabajo en libertad, cerrará».
En declaraciones a Europa Press después de que el SLG anunciase la suspensión provisional de las acciones contra la industria láctea –productores lácteos vaciaron el contenido de diez de sus camiones cisterna desde el sábado, a raíz del abandono de la compra de materia prima a dos explotaciones de A Mariña lucense–, el empresario lucense consideró que «a estas alturas» no aceptará condiciones. «Era lo último», zanjó.
El propietario de Río sostuvo que los responsables del Sindicato Labrego Galego «pueden estar orgullosos» por las acciones registradas desde el sábado y, en este sentido, subrayó que no será la empresa con sede en O Ceao (Lugo) la que «vaya a pagar» el contenido de las cisternas vaciadas.
No obstante, Lence no pudo confirmar el número de vehículos retenidos y de litros perdidos, al carecer de información de lo ocurrido en la presente jornada, al haber dedicado al día a cuestiones vinculadas a la compra de materia prima.
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