El ministro de Trabajo e Inmigración, Celestino Corbacho, instó ayer al PP a que «tengan la valentía» de poner sobre la mesa la reforma laboral que «estarían dispuestos a hacer». «Si alguna de sus ideas es buena, no tendremos ningún problema en tomarla en consideración», añadió.
En su intervención en un mitin ante 400 personas en el polideportivo del barrio de Llefià de Badalona (Barcelona), Corbacho lamentó que la derecha utilice los índices del paro «para desgastar al Gobierno» y añadió: «A mi, ni el PP no me va a desgastar en mis profundas convicciones».
Sostuvo que no permitirá que «se pisoteen los derechos de los trabajadores», lo contrario de lo que haría un ministro de Trabajo del PP. En este sentido, lamentó que los populares le culpen personalmente de la crisis ,ya que «si fuera así, la crisis se acabaría en media hora», con un cambio de ministro.
Lamentó que el PP plantee estas elecciones no en clave europea, sino española para «desgastar al Gobienro español», y también reprochó que los populares partan del principio «cuando peor, mejor» y utilicen datos macroeconómicos como el paro para «desgastar» al gobierno en lugar de «arrimar el hombro» y buscar soluciones.
«Yo no necesito de la estadística para saber lo que son las pensiones o lo que cobra un jubilado», especificó Corbacho, ya que «los tengo en mi familia». En este sentido, recordó que la proximidad es uno de los ejes que diferencia a todos los socialistas, sea cual sea el cargo que ocupen.
También precisó que los socialistas no se detendrán a «mirar cómo están por dentro» los populares. «Incluso somos respetuosos, si tienen un problema de espías, ya lo resolverán», dijo Corbacho, quien apostilló que los socialistas centran su campaña en «explicar la diferencia política e ideológica» en relación al PP.
CRÍTICA A PROPUESTAS DE RAJOY
Corbacho comentó al público los efectos negativos que tendrían la reducción de impuestos y de cinco puntos en las cotizaciones a la Seguridad Social que propugna Mariano Rajoy. Sobre esta última propuesta, dijo que se dejarían de recaudar 17 millones de euros, con lo que «las pensiones en este país tendrían un verdadero problema».
«De ninguna de las maneras estamos dispuestos a poner en riesgo» las pensiones, que dan seguridad a más de ocho millones de españoles, dijo Corbacho, quien contrapuso la derecha neoconservadora que aboga por la desregulación con la izquierda, que pide políticas sociales y el respeto a los derechos de los trabajadores.
Además de lamentar el apoyo del Partido Popular Europeo a la jornada laboral de 65 horas, también lamentó que el presidente de la República Francesa, Nicolás Sarkozy, y la canciller alemana, Angela Merkel, impidieran celebrar una cumbre este mes de mayo centrada en políticas de empleo a nivel comunitario.
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