La consellera de Trabajo y Formación, Joana Barceló, cifró hoy en 22.000 el número de parados que no tendrán derecho a acogerse a ningún tipo de prestación económica a partir del otoño, una vez que termine la temporada turística en la comunidad. Se trata de un colectivo «muy elevado» que «preocupa mucho» al Govern balear, admitió al respecto.
En este sentido, señaló que el Ejecutivo autonómico «se está preparando» para poder ofrecer a partir de octubre una cobertura a estas personas, «a través de diferentes frentes que nos permitan mantenernos de una manera más fácil durante la temporada baja».
Así lo indicó la titular de Trabajo en una entrevista concedida a Europa Press, en la que rebajó la previsión realizada por el sindicato UGT, que cifró en 50.000 los desempleados sin pretación en otoño, y en la que se mostró convencida de que «lo peor de la crisis ya ha pasado», aunque reconocidó que la recuperación «no será fácil» y que las cifras de paro de este verano serán más elevadas que las de hace un año.
Según explicó, muchas de estas personas que no reciben ningún tipo de prestación es gente que nunca ha trabajado y que ahora quiere incorporarse al mercado laboral y en otros casos son trabajadores que han agotado las prestaciones.
NUEVAS MEDIDAS ANTICRISISDe este modo, señaló que desde su departamento se están impulsando diversas medidas que «priorizan» a la gente que no percibe prestaciones y que se centran en proporcionarles empleo mediante contratos a través de los municipios, en las escuelas talleres, casas de oficio y en la formación.
Una de estas actuaciones pasará por dotar con otros 10 millones de euros el Plan de Reactivación de la Ocupación «que está ofreciendo tan buenos resultados», avanzó. La Ley de Barrios y el programa de rehabilitación de vivienda son otros de los espacios en los que se trabaja para ayudar a estas personas a encontrar trabajo, principalmente a través de la incentivación de la contratación de obra pública.
A ello hay que añadir además, que en los próximos meses entrarán en funcionamiento otras medidas impulsadas por la administración central, entre las que mencionó la puesta en marcha del segundo «Plan E» de Estímulo a la Economía y el empleo, que estará dotado con otros 5.000 millones de euros, y la ampliación del Plan Renove, cuyas obras se empezarán a ejecutar a partir del próximo invierno.
LOS MÁS AFECTADOS, LOS TRABAJADORES TEMPORALES
Con todo, quiso aprobechar para hacer un llamamiento dirigido a los más jóvenes a quienes recordó que «cuando se acabe esta crisis se abrirá una nueva etapa en la que la formación y el capital humano desempleñarán un papel fundamental», por lo que abogó por la «necesidad de estudiar y prepararse para estar en este mercado».
En este sentido, se mostró convencida que los 24.000 fijos-discontinuos del sector del hostería serán llamados para trabajar, si bien, reconoció que algunos de ellos lo harán por menos meses de lo que hasta ahora estaban acostumbrados.
En este punto, señaló que los más afectados por los efectos de la crisis este verano son los trabajadores temporales -con cada año son contrados de dos o tres meses- que no todos ellos proceden de la actividad turística, sino tambien de la construcción y del sector comercial, sectores también muy castigados por la crisis, argumentó
«Este verano seguiremos teniendo una cuota de paro muy elevada y que será superior a la del año pasado, a pesar de que se está reduciendo el número de desempleados en las listas del SOIB», apostilló.
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