El grupo automovilístico italiano Fiat confirmó ayer que su plan para la toma de control del fabricante alemán de vehículos Opel, del grupo General Motors, contempla la supresión de 10.000 puestos de trabajo en toda Europa.
«El plan de Fiat contempla que la reducción de efectivos, distribuida en toda Europa y de forma progresiva en el tiempo, sea sensiblemente inferior a 10.000 empleos. El impacto en Alemania será, por consigiente, menor que esta cifra», explica la compañía.
La multinacional con sede en Turín compite por la filial alemana de General Motors y por la marca Vauxhall con el fabricante canadiense de componentes Magna, respaldado por el magnate ruso Oleg Deripaska, y con la sociedad RHJ International.
DOS ESCENARIOS.
Según fuentes sindicales, la compañía que preside Luca Cordero di Montezemolo estudia dos posibilidades a la hora de invertir en Opel/Vauxhall, una vez que se produzca su segregación de General Motors.
La primera de estas posibilidades se denomina ‘Proyecto Fútbol’ y contempla la reducción de hasta 18.000 empleos en el continente europeo entre las compañías Fiat y Opel/Vauxhall. Además, esta opción incluiría el cierre de diez plantas de producción europeas, entre las que no estaría afectada la factoría zaragozana de General Motors en Figueruelas.
El segundo escenario es el denominado ‘Proyecto Fénix’, que recoge la supresión de unos 10.000 puestos de trabajo y en esta ocasión la planta de Figueruelas sí se vería afectada «por una reducción muy fuerte» de su volumen de producción, de hasta el 50%.
El consejero delegado de Fiat, Sergio Marchionne, considera que su grupo tiene «más del 50% de las posibilidades» de hacerse con una participación de Opel.
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