El ministro de Trabajo e Inmigración, Celestino Corbacho, impuso ayer la Medalla de Oro el Mérito en el Trabajo a la empresaria Pilar García Alonso, propietaria del grupo hostelero sevillano Juliá, quien recibió la distinción «muy emocionada y muy feliz» y rodeada de todos sus familiares y amigos, además de las principales autoridades políticas, civiles y militares.
En un acto celebrado en Delegación del Gobierno en Andalucía, situada en la plaza de España de Sevilla, y que contó con la presencia del presidente de la Junta de Andalucía, José Antonio Griñán, el vicepresidente tercero y ministro de Política Territorial, Manuel Chaves, y el delegado del Gobierno en Andalucía, Juan José López Garzón, la homenajeada, que arrancó numerosos aplausos a lo largo de su intervención, reconoció que el trabajo «ha sido mi vida» y aseguró que éste «no ha sido penoso y triste, sino alegre, he trabajado con mucho gusto y contenta».
Tras reconocer que apenas podía hablar por la emoción y llegar a confesar que estaba «tan emocionada» que no sabía «por dónde» iba en su discurso, la empresaria, que cuenta con 104 años de edad, agradeció a las autoridades la distinción y la presencia de amigos y familiares y aseguró que recordará este día feliz «todos los días que queden de vida».
Por su parte, el ministro de Trabajo, Celestino Corbacho, quien citó al escritor granadino Francisco Ayala al decir que «nadie es realmente conocido ni totalmente desconocido», aseguró que Pilar García Alonso es «suficientemente conocida en Sevilla como para que toda la ciudad se haga eco de este tributo que le hace toda la sociedad española».
El ministro, que consideró «un privilegio» entregar la medalla a esta empresaria «ejemplar», destacó que la distinción «reconoce méritos como la pasión por el trabajo bien hecho, en colaboración con los demás, en un esfuerzo personal y colectivo». «Es una forma de entender la vida desde el trabajo, la superación y el espíritu emprendedor», resaltó.
Recordó que este Pilar García «fue empresaria en un momento en que era muy difícil ver a una mujer empresaria y trabajar de forma independiente».
«Tiene una voluntad singular y es un ejemplo en el que todos nos debemos mirar por su carácter excepcional, por sus muchos años de trabajo, nunca se ha concedido esta medalla a una mujer emprendedora de 104 años», aseveró Corbacho, quien consideró que esta mujer «es un ejemplo de la cultura del esfuerzo y del trabajo, dos valores que deben ser hoy en día capitales y que se deben aplicar y seguir en los momentos de crisis que actualmente estamos atravesando».
En este acto, además de los dos ministros y el presidente de la Junta, estuvieron otras personalidades, como el alcalde de Sevilla, Alfredo Sánchez Monteseirín, el consejero de Empleo, Antonio Fernández, la duquesa de Alba, Cayetana Fitz-James Stuart, el presidente de la Confederación de Empresarios de Andalucía, Santiago Herrero, y de los empresarios sevillanos, Antonio Galadí, o el presidente de la Cámara de Comercio de Sevilla, Francisco Herrero.
El pasado 5 de diciembre el Consejo de Ministros acordó conceder a Pilar García Alonso la Medalla de Oro al Mérito en el Trabajo, galardón tiene como objetivo premiar y destacar el mérito de una conducta socialmente útil y ejemplar en el desempeño de los deberes que impone el ejercicio de cualquier trabajo, profesión o servicio. Junto a la de García Alonso, el Ejecutivo concedió entonces otras 30 medallas a trabajadores de distintos sectores como la sanidad, la educación, los medios de comunicación, el espectáculo o la política.
VIDA DE LA HOMENAJEADA
Pilar García, madre de tres hijos, tiene 104 años y aún está en activo. Titulada en Dirección de Empresas Turísticas, la galardonada regenta el restaurante Juliá Los Monos y la empresa Juliá Catering.
La empresaria, nacida en Santiago de Compostela en el año 1912, ya tiene en su haber la Medalla de Plata al Mérito en el Trabajo. Pese a haber nacido en Galicia, desarrolló toda su carrera profesional en Sevilla, ciudad a la que llegó de la mano de su padre, Cayetano García Carro, propietario del ‘Café París’.
Tras contraer matrimonio con Eduardo Juliá, comenzó trabajando junto a su marido en la terraza de La Cruz del Campo, la cervecería Oriental, el bar Gibraltar, Hostería del Prado, bar Juliá y cafetería Juliá, hasta que en 1963 se quedó con el Puesto de los Monos, por entonces una venta de principios de siglo situada a las afueras de Sevilla y lugar muy conocido por ser paso de los toros que venía corriendo, conducidos por cabestros y garrochistas, hasta la plaza de toros de la Maestranza.
Piular García ha sido pionera en Sevilla de los servicios de catering en Sevilla, principal actividad del negocio en la actualidad, realizando servicios en casi todos los actos programados por la Familia Real en Sevilla, incluida la boda de la Infanta Elena.
Con motivo de los distintos servicios de catering que realizaron para la Expo 92, el grupo Juliá creó una infraestructuras de varias naves situadas en el polígono industrial PISA, en Mairena del Aljarafe, donde hoy elaboran todos los alimentos correspondientes a este servicio.
Los comentarios están cerrados.