El grupo aéreo franco-holandesa Air France-KLM anunció ayer unas pérdidas netas de 814 millones de euros en el ejercicio fiscal 2008/2009 cerrado el pasado 31 de marzo, frente a los 756 millones de beneficios logrados un año antes. La aerolínea pretende reducir sus costes y suprimirá 2.700 puestos de trabajo sin que se produzcan despidos.
«Los resultados anuales reflejan el deterioro del contexto económico en el segundo semestre y particularmente en el último trimestre», señala la compañía, que logró una facturación de 23.970 millones de euros, un 0,6% menos que un año antes, y un resultado de explotación es de 129 millones de euros.
Las cuentas de la compañía se han visto marcadas por la factura del petróleo, que subió hasta los 147 euros por barril en julio de 2008 y supone el segundo mayor gasto tras el coste de personal. Además, Air France registró un gran descenso en el tráfico de pasajeros y mercancías: un 11,1% y un 21,4%, respectivamente, en marzo de 2009.
En cuanto a las perspectivas para 2009-2010, Air France-KLM augura un primer semestre «difícil» y percibe «débil» el segundo, a pesar de que se han detectado algunos «signos de estabilización» en las últimas semanas en la actividad de cargo y de pasajeros. En todo caso, considera prematuro interpretarlos como el principio de la recuperación económica.
Por ello, continuará tomando medidas para adaptarse a un descenso de las capacidades del 4,5% en la actividad de pasajeros y del 11% en la de carga para la temporada de verano 2009, así como una reducción del plan de inversión inicialmente previsto que pasará de los 2.900 millones de euros a los 1.400 millones millones de euros.
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