Comsa y Emte anunciaron hoy su fusión, que supone el nacimiento del octavo grupo español de construcción de infraestructuras y servicios, y el segundo de entre los no cotizados, informaron hoy las empresas.
La operación, pendiente de la autorización de la Comisión Nacional de Competencia, dará lugar a un grupo con una facturación de unos 2.200 millones de euros, una cartera de obra valorada en unos 3.000 millones y una plantilla de 8.600 empleados. Además de en toda España, cuenta con presencia en otros doce países.
Se trata de la primera integración entre grandes empresas constructoras desde que comenzó la actual crisis en el sector. Comsa y Emte han dejado al margen de la operación los negocios que tienen en el sector inmobiliario.
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