La factoría de Ford en Almussafes (Valencia) comenzó la madrugada del lunes a producir en dos turnos –mañana y tarde–, tras hacer efectiva la eliminación del turno de noche anunciada el pasado mes de marzo como consecuencia de la caída de la demanda de automóviles en el mercado europeo, mientras permanece «a la espera» de que la Dirección General de Trabajo se pronuncie sobre el Expediente de Regulación de Empleo (ERE) temporal presentado por la compañía, y que afectará a un máximo de 1.100 trabajadores de mayo a diciembre.
Según informaron a Europa Press fuentes de la compañía, la dirección comunicó el pasado jueves a «unos 1.000 trabajadores» que no debían acudir a la factoría a partir de ayer. Por el momento, estos empleados percibirán su salario íntegro por cuenta de la empresa, aunque si el ERE resulta aprobado, pasarían a cobrar del INEM el 70% del máximo de cotización, sin ningún tipo de complemento por parte de la multinacional automovilística.
Al respecto, el secretario general de UGT en la planta, Gonzalo Pino, lamentó la «situación de incertidumbre y preocupación que se vive en la fábrica», después de que la empresa «haya decidido, tras el resultado del referéndum, pasar a actuar unilateralmente y aplicar el ERE de forma muy arbitraria».
Recordó, en este sentido, que según el acuerdo suscrito el pasado 6 de abril en la reunión del Tribunal de Arbitraje Laboral (TAL) y que fue anulado posteriormente por la empresa al no aceptar los trabajadores su propuesta de convenio, la aplicación del ERE «habría sido de forma rotativa, para que recayera sobre toda la plantilla y no sobre un número determinado de trabajadores».
Pino, en declaraciones a Europa Press, constató que, si bien se habló de la posibilidad de «establecer un ‘miniturno’ de noche» para hacer frente a la actual producción del Fiesta, «por el momento no hay ni turno de trabajo de noche, ni ‘miniturno'», y explicó que su creación «dependerá de si la situación de las ayudas en Alemania sigue produciendo demanda de Fiesta, hasta el punto de considerar dejar de recurrir a programar horas extraordinarias».Por su parte, el máximo responsable de CCOO en la factoría, Miquel Rosaleny, reiteró su rechazo a «un ERE, el cuarto ya, que deja sin trabajo a un turno entero y con un excedente de casi 1.100 personas hasta final de año» y abogó por «buscar una solución negociada, que podría pasar por un plan de prejubilaciones anticipado y por mejorar también las condiciones de los trabajadores afectados».
Rosaleny estimó que la Dirección General de Trabajo, dependiente de la Generalitat, «no puede continuar aprobando más ERE sin complemento salarial para los trabajadores, sin excluir a los mayores de 54 años que serán los más afectados en el futuro por esa bajada de cotizaciones y, sobre todo, sin tener claro cuál va a ser el futuro de esos 1.100 trabajadores».
PETICIÓN DE LISTADOS OFICIALES
Por otro lado, indicó que CCOO ha solicitado a la compañía «los listados oficiales de los trabajadores que tendrán que quedarse en sus casas desde ayer», y que «si mañana no los han facilitado, habrá que pedirlos directamente a la inspección de trabajo».
Advirtió así de que, pese a que la empresa «es quien tiene la capacidad organizativa para decidir quién va y quién no va al ERE», el sindicato «llevará el tema a los tribunales si se detecta un mínimo indicio de discriminación en su aplicación, que intente perjudicar a los afiliados o trabajadores que apoyan a los tres sindicatos minoritarios».
Sobre esta cuestión, la secretaria general de CGT en Almussafes, Francisca Cuesta, estimó que «la aplicación ya está siendo discriminatoria, porque se han visto afectados trabajadores que únicamente se dedican a la fabricación del Fiesta, que han sido enviados a casa, y tendrán que ser sustituidos por trabajadores del Focus, algo que no tiene ninguna justificación», recalcó.
Cuesta criticó también el hecho de que «hayan comunicado a los trabajadores que los enviaban a casa indefinidamente desde ayer, por carta o por teléfono, y que, además, les hayan dicho que estén pendientes del teléfono para cuando la empresa les diga que deben reincorporarse», quejas que también trasladaron en sendos escritos al director general de Trabajo, Román Ceballos, tras la concentración celebrada el pasado jueves ante la sede de su departamento.
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