La Federación Andalucía Acoge alertó ayer de la «drástica» disminución de la oferta de empleo dirigida a los inmigrantes que se ha producido en los últimos meses como consecuencia de la crisis económica, así como de la «creciente» precariedad laboral que se ha generado en los sectores que siguen constituyendo un nicho de empleo para este colectivo.
Según explicó a Europa Press la responsable del Área Laboral de Andalucía Acoge, Alicia Fernández Ocón, desde mediados del pasado año 2008 a los programas de empleo que desarrolla la entidad «llega más demanda que oferta de empleo tanto directo como indirecto a los que se puedan reconducir a los inmigrantes que han perdido su trabajo».
Esta disminución de la oferta se ha producido de modo más llamativo en los sectores de la construcción –en el que estaban trabajando muchos migrantes tanto rumanos como latinos–agrario, servicios y en el empleo doméstico, en los que, además, un «importante porcentaje de los inmigrantes que se hallaban empleados han perdido su puesto de trabajo».
En el caso de la agricultura, indicó que, precisamente al declive de contrataciones en la construcción, ha hecho que muchos nacionales hayan vuelto a acudir al sector agrícola para ocuparse -tanto en el labriego como en los almacenes en los que se preparan productos agrarios para ser comercializados– lo que ha hecho que «quede un cupo de oferta muy reducido para los inmigrantes, dándose la situación de que hay mucha más demanda que oferta».
Asimismo, el sector servicios ha sufrido «una de las caídas más importantes» según las estadísticas, afectando tanto a trabajadores autóctonos como extranjeros, afectando especialmente a éstos últimos en la hostelería, tanto a hombres como a mujeres.
Por último, dada la situación de crisis económica por la que numerosas unidades familiares han disminuido sus ingresos o ha pasado a contar con algún miembro en paro, se ha «resentido» la oferta de empleo en el servicio doméstico, ya que, «si antes contaban con una persona externa que trabajaba en régimen de empleo doméstico para el cuidado general de la vivienda o de los niños, ahora suelen prescindir de ella». A ello, hay que añadir la incorporación nuevamente de mujeres españolas a la limpieza por horas o a la ayuda a domicilio
«Únicamente se están manteniendo -apuntó– los empleos que, dentro del sector doméstico, se dedican al cuidado de las personas mayores o dependientes, situación en la que es imprescindible contar con ayuda externa porque la familia no puede hacerse cargo por diferentes circunstancias», apuntó, aunque también se ha visto mermado este nicho por el desarrollo de la Ley de la Dependencia.
AUMENTO DE LA PRECARIEDAD LABORAL
Sin embargo, aclaró que, incluso en este caso se está dando un fenómeno «muy preocupante» como es la «precarización» de las condiciones laborales, que afecta ahora «de manea muy especial y que, lamentablemente, seguirá afectando en el futuro incluso cuando la economía se recupere».
Así, lamentó que «para el reconocimiento de muchos de los derechos que estaban recogidos hasta ahora a nivel legal y que se estaban empezando a desarrollar a nivel real, la crisis económica va a suponer un paso atrás y esta situación se va a heredar en el futuro». «El esfuerzo desarrollado por regularizar el empleo en sectores como la construcción, agricultura o servicio doméstico va a sufrir un duro revés», señaló.
No obstante, afirmó que habrá sectores de la economía que se verán beneficiados por la coyuntura de crisis y donde los trabajadores extranjeros pueden encontrar una oportunidad, como cualquier actividad relacionada con las nuevas tecnologías o los servicios de proximidad, especialmente, según insistió, el cuidado de personas dependientes. «Será positivo que los trabajadores inmigrantes sepan adaptarse y aprovechar los nuevos yacimientos empleo que se vayan generando durante este tiempo», apostilló.
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