La movilidad laboral, es decir, los desplazamientos de los trabajadores a otras regiones en busca de un empleo, sigue siendo una asignatura pendiente de la economía española, como demuestran los datos de 2008.
La tasa de movilidad entre provincias se situó el cierre del año pasado en el 12,5%, sólo dos décimas más que en 2007, mientras que la tasa interautonómica subió una única décima, hasta alcanzar el 8,2%, según un informe de la Asociación de Grandes Empresas de Trabajo Temporal (Agett) y el Centro de Predicción Económica (Ceprede).
El número de contratos que implicaron movilidad entre provincias se redujo un 9,7% en 2008, hasta los 2.056.229, en tanto que los contratos realizados tras trasladarse los trabajadores a otras comunidades se situó en 1.345.795, con una caída del 10,2%.
El perfil del trabajador que se desplaza entre autonomías para acceder a un empleo es el de un trabajador varón, de 25 a 34 años y que trabaja en la construcción (que agrupa al 17,7% del total de trabajadores que se mueve) o en la agricultura (con el 14,9%). Sus principales destinos son Madrid, Toledo, Barcelona y la costa Mediterránea.
Según Agett y Ceprede, la formación es un factor clave para definir el perfil del trabajador que opta por la movilidad, de manera que la mayoría tienen educación secundaria (52,2%), ya sea por pertenecer a los trabajadores con E.S.O. sin titulación (23,6%) o con graduado en E.S.O. (28,6%).
Por comunidades, Madrid acapara el 23% de las entradas de trabajadores, frente a sólo el 13,5% de las salidas, mientras que Andalucía supone el 15,3% del total de las salidas de trabajadores, frente al 10,4% de las entradas.
Madrid también es la provincia con mayor importancia en los flujos interprovinciales, seguida de Barcelona y de Sevilla. El de Sevilla es un caso paradigmático, pues es origen de trabajadores que se dirigen hacia el principal foco de atracción de (Madrid) y mantiene una intensa movilidad con las provincias limítrofes de su comunidad.
LOS EXTRANJEROS SE MUEVEN MÁS
La movilidad de los trabajadores extranjeros sigue siendo muy superior a la de los trabajadores españoles, con una tasa de movilidad interprovincial del 17,4%, frente al 11,1% de los españoles.
La variación de los contratos que implican movilidad ha sido también menos negativa para los trabajadores extranjeros que para los nacionales, con una tasa de crecimiento interanual del -7,4%, en contraste con el -10,6% de los españoles. La provincia con una mayor tasa de movilidad de los trabajadores extranjeros es Jaén, con una tasa del 51,8%.
Por nacionalidades, el mayor número de contratos que implican movilidad se realiza a trabajadores provenientes de Marruecos (626.949) y Ecuador (492.991).
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