El ministro de Trabajo e Inmigración, Celestino Corbacho, instó ayer a quienes piden reformas laborales «para retroceder en los derechos sociales» que primero miren al sistema financiero, «a los que originaron la crisis».
Durante su intervención en el pleno del Senado, donde respondió una pregunta del Grupo Socialista, Corbacho insistió en que la crisis no tiene su origen en el mercado laboral sino financiero, aunque «quienes la están pagando son los trabajadores».
Por otro lado, Corbacho se refirió a los objetivos en materia laboral de cara a la Presidencia española de la UE durante el primer semestre de 2010 e indicó que su aspiración es crear una UE «más sostenible, innovadora, plural y justa», una vez se haya superado la crisis. «Europa no puede competir en bajos costes con países emergentes», añadió.
Así pues, el ministro de Trabajo sentenció que esta apuesta pasa por dotar a los interlocutores sociales de un «papel decisivo», puesto que «las políticas ampliamente compartidas aumentan la eficacia de las mismas».
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