El director de Recursos Humanos de la Universitat Oberta de Catalunya, Josep Ginesta, lamentó hoy que el embarazo de las mujeres «se trate como una incapacidad», tanto por parte de las administraciones como de las empresas, cuando en realidad representa «una inversión de futuro».
Con motivo de su intervención en la mesa redonda ‘Impacto de la flexibilidad en la rentabilidad, productividad y clima’ -celebrada en el marco de la IV Jornada Nacional de Flexibilidad organizada en Zaragoza por el Ministerio de Sanidad y Política Social, y la agencia CVA-, Ginesta señaló que el absentismo laboral es mayor «entre las mujeres que padecen situaciones de riesgo durante el embarazo».
Por este motivo, Ginesta abogó por invertir en políticas de flexibilidad, lo que provocará «una disminución del absentismo». «La flexibilidad es una necesidad para captar talento», insistió el experto que aseguró que, actualmente, «los valores de los trabajadores han experimentado un cambio, ya que la retribución intangible está cobrando una mayor importancia».
«Las compensaciones intangibles no se reflejan en la nómina, pero mejoran el clima laboral, facilitan la retención de talento y la conciliación de los trabajadores», señaló Ginesta, que apostó por impulsar la denominada ‘cultura de la eficacia’ en la que no se tiene en cuenta la presencia de los empleados sino su eficiencia. «No por estar sentados en la mesa se trabaja más», aseveró.
En la misma línea se expresó el subdelegado del Gobierno en Zaragoza, Juan José Rubio, que estimó que España cuenta con «unos horarios desfasados en relación con otros de la UE». «Somos el país europeo que más horas añade al trabajo y el que registra la productividad más baja por hora extraordinaria, lo que supone un gran problema económico», subrayó.
En opinión de Rubio ,»todos tenemos la responsabilidad» de cambiar esta situación, que no puede depender «sólo de la ley». «Los cambios serán fruto de la convicción pactada entre las empresas y los trabajadores», auguró.
CAMBIO CULTURAL
En este sentido, el subdirector general de Familia del Ministerio de Sanidad y Política Social, Félix Barajas, aseguró que «las medidas, por sí solas, no garantizan la consecución de objetivos». «Los agentes sociales también deben hacer su parte para conseguir un cambio cultural», apostilló.
Según Barajas, «la flexibilidad es una respuesta integradora, que no compete sólo a las mujeres, ya que no se trata de un asunto de género, sino de un tema que afecta al conjunto de la sociedad». En este punto, reclamó a las empresas que no sean «ajenas» a la sociedad y que sean «respeturosas» con sus trabajadores, «no sólo por bondad sino también por el interés».
«En época de crisis, las políticas de flexibilidad conllevan una mayor retención de talento y garantizan una menor rotación, lo que genera más competitividad», afirmó. «No hay que trabajar de espaldas a la sociedad sino de su mano», concluyó.
Los comentarios están cerrados.