La vicepresidenta segunda y ministra de Economía, Elena Salgado, afirmó el domingo que la principal prioridad del Gobierno en la lucha contra la crisis es atajar la creciente destrucción de empleo, y mostró la disposición del Ejecutivo de incrementar la protección de desempleo aún a sabiendas de que se verá reflejado en el déficit fiscal. Y aunque pronosticó que los datos del segundo trimestre serán «bastante diferentes», reconoció que todavía pasarán «meses» hasta que mejore la situación.
Así lo aseguró Salgado en una rueda de prensa en Washington en el marco de su participación en la asamblea de primavera del Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial, en la que volvió a reconocer que los datos de hace unos días -el desempleo en el primer se disparó al 17,3% y rebasó la cifra de cuatro millones- son «malos».
«Pero creo que estamos en disposición de decir que en el segundo trimestre las cifras van a ser muy diferentes», subrayó hoy la ministra, quien indicó que según las previsiones la destrucción se desacelerará «fuertemente». Sin embargo, reconoció esa situación «tardará todavía meses en llegar» porque ahora tienen que hacer efecto las medidas adoptadas por el Gobierno.
Se trata, dijo, de estabilizar los datos, «revertir» esta tendencia «tan fuerte» y que tengamos un punto de inflexión, para a partir de entonces empezar a generar empleo, añadió la ministra, quien confió en que las políticas fiscales aprobadas por el Ejecutivo empiece a dar resultados. «Pero los datos van a ser bastante distintos», reiteró.
De hecho, Salgado reiteró que sigue pensado que no llegaremos a cinco millones de parados entre otras cosas, dijo, porque la destrucción de empleo «va a desacelerarse de forma importante», para acto seguido identificar entre otros problemas la caída en el sector de la construcción y que los flujos de créditos para las familias y las empresas estén bloqueados.
PROTECCIÓN DE DESEMPLEO
La ministra dijo que será «muy cuidadoso» con las medidas que puedan tener un reflejo en el déficit fiscal, aunque subrayó que el Gobierno está dispuesto a incrementar la protección de desempleo «para garantizar el pago de las prestaciones» y para ello estudia medidas con las Comunidades Autónomas «para los supuestos en los que esa prestación se haya terminado».
Preguntada por la necesidad de una reforma laboral, la ministra dijo que en España hay que hacerla «en muchos ámbitos», y que de hecho se está llevando a cabo con programas de as reducción de la burocracia administrativa, o una transposición ambiciosa de la directiva de servicios para que el sistema sea más «liberalizado» y abierto».
«Seguro que también hay que hacerla en el contexto de las relaciones socio-laborales, pero los protagonistas de esas reformas son los empresarios y los sindicatos en el marco del diálogo social», precisó la ministra, que pidió no imponer el criterio ni del Fondo Monetario Internacional ni del Gobierno.
MEDIDAS FISCALES Y CAÍDA DEL PIB
Salgado aprovechó su reunión con el director gerente del FMI, Dominique Strauss-Khan, para expresarle la posición del Gobierno respecto a las últimas previsiones que ha hecho sobre nuestra economía, en concreto que haya dicho que España carece de margen fiscal para frenar la crisis, que la caída del PIB será del 3% y que este año será muy difícil para los bancos.
Sobre lo primero, la ministra indicó que si se toman más medidas de impulso fiscal serán «selectivas» y «moderadas», reconoció que la deuda pública ha crecido pero aclaró que «desde niveles mucho más bajos que los de la media de otros países de la UE», y subrayó que «por el momento» España no ha tenido dificultades especiales en el acceso a la financiación.
Respecto a lo segundo, la previsión de una caída del 3% del PIB español para 2009, Salgado reconoció que la cifra que dio el Gobierno en enero del 1,6% se revisará «a la baja», al igual que en otros países, aunque subrayó que en el caso español «no va a ser nada parecido, ni de lejos», al de Alemania, en cuya revisión la diferencia es de más de tres puntos.
En todo caso, la ministra subrayó que habrá que tener en cuenta la previsión interna que hará el Ministerio de Economía con datos que, según dijo, «son más desagregados y de mayor calidad de previsión» que los que puedan tener otros organismos como el Banco de España o el Fondo Monetario Internacional.
Y sobre si este año será difícil para los bancos españoles, la ministra afirmó que aprovechó su conversación de ayer con el director gerente del FMI para ratificar una vez más que el sistema financiero español «está en una buena situación». «Y va a seguirlo estando y creo que esos temores no se van a cumplir», zanjó.
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