El presidente del Gobierno y secretario general del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, manifestó ayer su voluntad de «concertar» con sindicatos y empresas medidas para luchar contra la crisis económica y «los problemas graves de empleo», pero señaló, a quienes piden un gran pacto entre todos los partidos, que «no será posible» si lo que se busca es un despido más barato o recortes de las políticas sociales.
«Este Gobierno mantiene sus principios y objetivos y está plenamente convencido de que ese debe ser el camino», proclamó en su intervención en el cierre del Congreso Extraordinario del PSdeG, en el cual Manuel Vázquez fue elegido secretario xeral de los socialistas gallegos en sustitución de Emilio Pérez Touriño. Zapatero mostró su confianza en que España «va a ganar el combate a esta grave recesión», para lo cual comprometió «un gran esfuerzo de inversión pública» ante la «parálisis» de la inversión privada.
En su opinión, con este tipo de gestión se podrán visualizar «resultados en poco tiempo», aunque reconoció que implantar un modelo de crecimiento diferente, «que no se base en el ladrillo y la especulación», se logra «poco a poco y con gran esfuerzo colectivo», mientras otros «jalean la crisis». Por ello, invitó a su partido a «explicar a la sociedad» que es «un proceso duro» ese ajuste de la construcción «después de los excesos que, con viviendas cada vez más caras, permitieron engrosar los beneficios de muchos codiciosos para luego acabar con problemas en el sector financiero».
Asimismo, alertó a las filas socialistas de que en las próximas semanas «se multiplicarán las voces de los que quieren contratos con menos derechos para los trabajadores, facilitar el despido y recortes del gasto público», lo que previno que supone «recortes en las partidas sociales». «Los que lo piden normalmente es que no lo necesitan, pero cuando lo necesitan sí lo piden, me da igual que sean empresas u otras entidades», les replicó por anticipado.
Zapatero manifestó su convicción de que España sabrá «ganar el combate frente a la crisis y recuperar empleo», después de que los parados hayan superado la barrera de los cuatro millones, pero se reafirmó en que se hará «manteniendo la protección social y reforzando los derechos laborales y la cohesión social». Al respecto, indicó que el empleo que se destruye es precisamente «el precario, el temporal, el de la gente con falta de derechos laborales», por lo que insistió en implantar un nuevo modelo de crecimiento que permita crear puestos de trabajo «más dignos».
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