La empresa Bunge Ibérica presentó el lunes un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) para sus 46 trabajadores de la fábrica de Culleredo (La Coruña). Esta medida se adopta tras el anuncio de la empresa de proceder al cierre de estas instalaciones.
Juan Montes, representante de los trabajadores, indicó que están estudiando toda la documentación y que su intención es elaborar un «contrainforme» rechazando la medida al entender que no existen «razones objetivas» para este expediente ni para el cierre de la fábrica.
Montes defendió la «viabilidad» de la empresa y reclamó el mantenimiento de todos los puestos de trabajo y de la actividad en las actuales instalaciones hasta la construcción de unas nueva fábrica más moderna «ya sea en el puerto exterior de La Coruña o en el de Ferrol», indicó.
Los representantes de los trabajadores sostienen que no hay motivos objetivos para el cierre de la planta ya que argumentan que es «rentable» y «viable» desde el punto de vista económico y que existe también mercado suficiente. «Si está parada es porque quieren», aseguró Juan Montes, quien manifestó en que confían en que la Xunta paralice finalmente el ERE.
La fábrica de Bunge en Culleredo está centrada en la producción de harina, aceite crudo y refinado para conserveras y cooperativas agrícolas y genera unos 300 puestos de trabajo indirectos, según estimaciones sindicales.
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