El ministro de Trabajo e Inmigración, Celestino Corbacho, y los líderes de CC.OO. y UGT, Ignacio Fernández Toxo y Cándido Méndez, respectivamente, arremetieron hoy contra el gobernador del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, por sus declaraciones sobre el sistema de pensiones, mientras que el sectretario general de la CEOE, José María Lacasa, y el presidente de Cepyme, Jesús Bárcenas, reclamaron «mesura y prudencia a todos» a la hora de hablar de un tema de gran relevancia social como son las pensiones.
Durante una rueda de prensa conjunta tras firmar el Acuerdo de Solución Extrajudicial de Conflictos (ASEC), Corbacho afirmó «discrepar radicalmente» de las apreciaciones de ayer de Fernández Ordóñez, al tiempo que desmintió categóricamente que la Seguridad Social vaya a tener déficit este año.
«No va a ser así de ninguna de las maneras, me gustaría saber de dónde saca el gobernador del Banco de España que vamos a acabar con déficit, porque los datos que maneja la Seguridad Social son que el año acabará con superávit y, por tanto, desmiento la mayor. No sé ya si lo que tiene es una predicción o un deseo», subrayó el ministro.
En este sentido, Corbacho acusó a Fernández Ordóñez de «arrojar inseguridad y de jugar con la tranquilidad» de los más de ocho millones de pensionistas españoles, apreciación que compartieron los dirigentes sindicales.
Corbacho recordó además a Fernández Ordóñez que el Fondo de Reserva de la Seguridad Social cuenta con 57.000 millones de euros, cifra «potente» de la que dijo que no sabe si puede presumir el gobernador a la hora de hablar de las entidades financieras a las que representa.
MÉNDEZ: TODO EN FERNÁNDEZ ORDÓÑEZ «ES EXCESO»
Por su parte, el secretario general de UGT declaró que en Fernández Ordóñez todo es un exceso: «exceso de locuacidad, vanidad personal y fanatismo ideológico» y contrapuso este comportamiento del presidente del Banco Central Europeo (BCE), Jean-Claude Trichet, al que definió como una persona «muy comedida, parca y quizá excesivamente lenta a la hora de tomar decisiones».
En este sentido, el dirigente de UGT consideró que el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, que fue el responsable del nombramiento de Fernández Ordóñez, debería «decirle algo» al respecto, pues «los golpes más fuertes a la credibilidad de la economía española están viniendo de una institución oficial como es el Banco de España».
Méndez, que criticó a quienes pretenden achacar los problemas económicos al sistema de pensiones, lamentó que cuando las cosas iban bien, no se reconociera que el soporte del superávit público era la Seguridad Social, mientras que cuando van mal, se pretende dejar a «su suerte» al sistema. En este sentido, consideró que si la Seguridad Social llegara a tener problemas, las administraciones públicas deberían contribuir a resolverlo.
En términos parecidos se expresó su homólogo de CC.OO., Ignacio Fernández Toxo, quien acusó a Fernández Ordóñez de querer ser «el centro del debate» y al que recordó que detrás del sistema de la Seguridad Social hay «millones de expectativas» que deberían tenerse en cuenta.
Toxo negó que no existe riesgo alguno de quiebra para la Seguridad Social, gracias a que en los últimos años «se han hecho los deberes» «Los apóstoles de la catástrofe están deseando que esto suceda, pero esto no tiene por qué ni va a suceder», manifestó el dirigente sindical, que insinuó que detrás de todo esto se esconde el deseo de sustituir el sistema público de pensiones por otro en los que ciertas personas ven «más bondades».
Preguntado por si Fernández Ordóñez debería ser destituído de su cargo, Toxo señaló que corresponde a Zapatero decidir si quiere que éste siga siendo un «foco de generación de alarma social permanente» en España. «Con amigos como éste, ¿quién necesita enemigos?», se preguntó irónicamente.
PRUDENCIA DESDE CEOE Y CEPYME
Menos duros se mostraron el secretario general de CEOE, José María Lacasa, y el presidente de Cepyme, Jesús Bárcenas, quienes insistieron en la necesidad de no crear alarmismo y de no utilizar «palabras fuertes» cuando se hable de un tema tan trascendente socialmente como las pensiones. «Prudencia y mesura», resumió el dirigente de la CEOE.
De los labios de Bárcenas no han salido las mismas palabras que empleó esta mañana ante los micrófonos de RNE al ser preguntado por la comparecencia de ayer de Fernández Ordóñez en el Pacto de Toledo. Mientras que en la rueda de prensa que dio junto a los líderes sindicales y el ministro Corbacho se centró en la necesidad de no generar alarma social, en sus declaraciones a la radio pública pidió que se tenga más en cuenta la opinión de Fernández Ordóñez porque, de lo contrario, España «irá a peor».
En lo que sí han coincidido todos, desde los líderes sindicales a los empresariales pasando por el ministro, es que hay que dejar a la Comisión del Pacto de Toledo hacer su trabajo y en función de eso decidir qué medidas tomar para seguir garantizando la viabilidad del sistema de pensiones.
Eso sí, creen que la edad de jubilación ordinaria, que no obligatoria, debería quedarse como está (65 años), pues ya existen mecanismos de flexibilidad (sistema de jubilación flexible) que permiten adelantar o retrasar la edad de retiro en función de determinadas circunstancias y con determinados requisitos. «Sería absolutamente innecesario tocar esto», resumió Toxo.
Los comentarios están cerrados.