El consorcio Volkswagen pidió ayer más esfuerzos tanto a la Administración como a la plantilla de la fábrica de Seat en Martorell (Barcelona) para lograr la adjudicación del nuevo modelo Audi Q3, según reconoció hoy el conseller de Innovación, Universidades y Empresa del Gobierno catalán, Josep Huguet.
Huguet declinó entrar en detalles sobre qué demandas concretas hizo Volkswagen para decantar su decisión hacia la factoría catalana, aunque recordó que en negociaciones de este tipo una empresa «siempre pide más ayudas y más flexibilidad laboral».
No obstante, insistió en que el encuentro al que él mismo asistió en Alemania con el ministro de Industria, Miguel Sebastián, y la cúpula directiva de la multinacional, sirvió para dar un paso más hacia el nuevo modelo. «Se aproximaron posiciones pero no está atado todavía», reconoció, porque se piden «esfuerzos complementarios».
Por su parte, el presidente del comité de empresa de Seat, Matías Carnero, advirtió de que los sindicatos no están dispuestos a llevar «más allá» los esfuerzos de los trabajadores para captar el nuevo todoterreno y aseguró que ya han cumplido su parte con la congelación salarial durante este año.
«Las cosas no pasan por renegociar nada con los trabajadores, no podemos hacer nada más», sentenció Carnero tras mantener una reunión con el director general de Industria del Ministerio, Jesús Candil, y la secretaria general, Teresa Santero, y a la que finalmente no asistió el ministro.
La petición inicial de Seat a sus trabajadores eran dos años de congelación salarial para atraer el nuevo modelo, que ahora se disputan la fábrica de Audi en Alemania -que ha visto bajar la carga de trabajo por la crisis- y también la factoría del grupo en Eslovaquia.
Según explicó Carnero, el Ministerio se comprometió hoy a poner «toda la carne en el asador» para que el Q3 acabe fabricándose en España y está a la espera de que Volkswagen cuantifique y concrete cuáles son sus necesidades ahora mismo. Avanzó que no conseguir el modelo supondría un «problema muy serio», puesto que Seat anunció un excedente de 1.500 trabajadores en Martorell si no viene el vehículo.
Huguet quiso matizar que tener o no el Audi Q3 en Martorell «no es el fin del mundo» porque Seat tiene «continuidad» asegurada, aunque reconoció que sería una noticia positiva e «insólita» la adjudicación a Martorell de un modelo que crearía empleo en un momento en que se están destruyendo puestos de trabajo en el sector.
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