El banco suizo UBS, una de las mayores víctimas de la crisis financiera, registró pérdidas por importe neto atribuido de unos 2.000 millones de francos suizos (1.322 millones de euros) en los tres primeros meses del año y anunció que recortará 8.700 empleos con el objetivo de ahorrar entre 3.500 y 4.000 millones de francos (2.314 y 2.645 millones de euros) hasta 2010.
El nuevo consejero delegado de la entidad helvética, Oswald Grübel, procedente de Credit Suisse y cuyo nombramiento deberá ser confirmado hoy en la junta general de accionistas de la entidad, precisó que los ‘números rojos’ de UBS reflejan en gran medida el impacto negativo de unos 3.900 millones de francos (2.579 millones de euros) vinculado a pérdidas previamente reveladas en inversiones de riesgo de escasa liquidez, pérdidas de crédito y depreciaciones en los activos transferidos al fondo gestionado por el Banco Nacional de Suiza, que agrupa los ‘activos tóxicos’ del banco.
Asimismo, Grübel señaló que «a pesar de algunos síntomas iniciales positivos» la entidad sufrió una salida neta de capitales de 23.000 millones de francos (15.212 millones de euros) en su unidad de gestión patrimonial y banca suiza debido en gran medida a los acuerdos alcanzados con las autoridades de EEUU respecto a la lucha contra el fraude fiscal y la evasión de impuestos.
No obstante, UBS indicó que «gracias a la reducción del balance de la entidad y del peso de los activos de riesgo» el ratio de solvencia del banco Tier 1 se situó en prácticamente el 10% a finales de marzo, a pesar de las pérdidas trimestrales.
De este modo, la entidad suiza pretende lograr un ahorro de entre 3.500 y 4.000 millones de francos suizos hasta finales de 2010. En este sentido, UBS planea reducir su plantilla desde los 76.200 trabajadores con los que contaba en marzo, hasta 67.500 en 2010. El recorte de 8.700 empleos afectará a cincuenta países.
Por otro lado, el banco apuntó que está llevando a cabo un análisis de sus operaciones con el objetivo de identificar y abandonar aquellos negocios de elevado riesgo o «poco prometedores», mientras que pretende mantener sus actividades estratégicas, entre las que se incluye el negocio internacional de gestión de patrimonios y banca suiza, así como banca de inversión y gestión de activos.
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