El ministro de Trabajo e Inmigración, Celestino Corbacho, pidió el martes la «participación activa» de los gobiernos autonómicos para ampliar la protección social y evitar que haya trabajadores en paro que no reciban ningún tipo de ayuda.
Corbacho, en declaraciones a RNE, explicó que, además de tratar este asunto en el diálogo social, debe abrirse un debate con las comunidades autónomas para intentar llegar a un acuerdo que permita ampliar el nivel de cobertura para que nadie quede desprotegido.
El ministro subrayó que el nivel de protección frente al paro que proporciona el Estado cubre a 2,5 millones de personas, que son los que cobran prestaciones y subsidios por desempleo, y cuyo coste mensual alcanza los 2.600 millones de euros.
«El problema puede venir de personas que terminan su cobertura por desempleo y no tienen derecho a subsidio y pueden quedar desprotegidos. En estos casos, competencialmente, deberían entrar bajo la protección de las comunidades autónomas a través de las rentas de inserción», subrayó el ministro.
No obstante, Corbacho reconoció que, en la actual situación económica y ante el repunte del paro, el número de personas que pueden encontrarse actualmente sin protección puede superar «lo que históricamente» han sido los beneficiarios de estas rentas de inserción, cuyo objetivo es evitar la exclusión social.
«En consecuencia, aquí hay que abrir un debate y no sólo en el Gobierno central, también en las comunidades autónomas, para avanzar y llegar a un acuerdo que permita ampliar el nivel de cobertura, porque éste puede ser insuficiente para atender a esas personas desprotegidas», insistió.
Corbacho, que confió en que los gobiernos autonómicos sean «sensibles» a esta cuestión, explicó además que todo esto implicaría una revisión de los recursos destinados a las llamadas rentas de inserción social, lo que, según dijo, llevará inevitablemente a que todas las partes implicadas tengan que hacer un esfuerzo económico. «Yo espero que a partir de las próximas semanas podamos avanzar en esto», agregó.
El titular de Trabajo, en contraste con las palabras que se le oyó pronunciar más de una vez al ya ex vicepresidente económico Pedro Solbes, aseguró que «de ninguna de las maneras» a España se le han acabado todos los márgenes de los que puede tirar para salir de la crisis. «Tenemos margen para la inversión productiva y para garantizar la protección social, aunque sea un margen menor al que teníamos hace un año», añadió.
El ministro admitió que conoce a personas que se han quedado en desempleo, tanto de su entorno familiar como entre sus amistades, y señaló que lo que le piden cuando le ven es que Gobierno y oposición remen en la misma dirección para salir de la crisis y exista, como mínimo, una protección social que les permita seguir adelante mientras encuentran un nuevo empleo.
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