El abogado de CCOO, Antonio García, encargado de la acusación popular en el juicio contra cuatro directivos de Metro de Madrid por la muerte de dos trabajadores en 2006, indicó hoy que los hechos tuvieron lugar «por falta de seguridad», ya que el convoy que arrolló a los operarios no tenía «los sistemas de freno adecuados».
Según explicó García, el vagón, del año 1943, avanzó por las vías en «caída libre» desde la estación Puerta del Ángel arrollando a su paso a los dos trabajadores y dejando un herido más. «No reunía las condiciones que exige el real decreto 1215», y además el conductor no tenía la formación adecuada para dirigir este tipo de vehículos, resaltó.
Por ello, García indicó que «el cúmulo de responsabilidades y faltas de medidas de prevención» alcanzan el delito penal en grado de «homicidio», además de suponer un delito contra el derecho de los trabajadores por omisión de medidas de seguridad que, a su juicio, «hubieran evitado el accidente».
Sujetando el «amplio informe» que ha presentado Metro de Madrid en su defensa, García subrayó que «los únicos informes oficiales» de la inspección de trabajo y de los peritos judiciales están en sus manos y respaldan su postura.
Por su parte, el abogado de la única acusación particular -de la viuda de uno de los trabajadores fallecidos-, José Gabriel Antonio, indicó que el sistema de frenos continua siendo el mismo en los trenes de metro actuales y confió en que este juicio sirva para que tragedias como ésta «no se produzcan nunca más».
El juicio por estos hechos se ha celebrado hoy y se sientan en el banquillo cuatro altos directivos de Metro de Madrid entre los que se encuentra el responsable de la Unidad de Ingeniería de Material Móvil, el responsable de la Unidad de Prevención y Salud Laboral, el responsable de la Unidad de Mantenimiento Móvil, el gerente de Formación, así como un conductor de Metro y un técnico de una contrata.
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