Tres directivos del grupo italiano Fiat, que se habían encerrado este jueves en la oficina de uno de sus concesionarios en Bruselas para evitar negociar un plan social, abandonaron el edificio sin que los empleados les pusieran ningún obstáculo.
Los tres estuvieron encerrados durante varias horas para evitar entrevistarse con un grupo de asalariados, que exigían negociar las condiciones de un plan social que prevé el despido de 24 de los 90 trabajadores de la rama belga de Fiat en Bruselas.
Desde Italia, la prensa local y un portavoz de Fiat habían indicado que los empresarios del grupo automovilístico habían sido secuestrados por los empleados, una información que fue desmentida poco después sobre el terreno.
Un delegado sindical, Emanuele Agostini, explicó que los trabajadores querían reunirse con sus superiores para tratar sobre el plan de despidos, pero que éstos se negaron, aislándose en un despacho.
Las supresiones son ‘una tentativa de decapitar la representación sindical’ puesto que de los 24 puestos, 12 corresponden a delegados sindicales, dijo Agostini. ‘La dirección nunca quiso negociar para hallar una solución a estos despidos. Nos dicen que no hay dinero para hacerlo, el personal está cansado de oír’ ese argumento y quiere ‘un plan social concreto con condiciones dignas de partida’, agregó el delegado.
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