El comité de empresa de Portinox, entidad minerometalúrgica con sede en Pulianas (Granada) que ha presentado un Expediente de Regulación de Empleo temporal, rompió ayer las negociaciones con la patronal tras su negativa a incluir en el proceso a 168 trabajadores fijos-discontinuos.
De este modo, el ERE seguirá el proceso habitual y deberá ser la Administración quien decida las condiciones en las que se llevará a cabo, según informó a Europa Press el presidente del comité de empresa, Juan Serrano (UGT).
Por su parte, Portinox indicó que «continúa abierta al diálogo» pese al anuncio del comité y manifestó su deseo de alcanzar una solución que «beneficie a todos».
La patronal ofreció ayer abonar como festivos los días que no trabaje la plantilla mientras dure el ERE temporal, de modo que cada uno de los 327 empleados fijos recibiría el cien por cien de su salario base, más la antigüedad y el plus voluntario. Al no haber actividad, quedarían excluidos los incentivos ligados a la producción.
La oferta de Portinox contempla también el abono íntegro de las pagas extraordinarias y las vacaciones de la plantilla durante el ERE, además de complementar la diferencia entre lo que se perciba por los días de desempleo hasta el total del pago bruto especificado.
El comité de empresa rechazó esta propuesta y formuló otra solicitando el 85% del sueldo base más los incentivos y la antigüedad laboral, además de aludir a la posibilidad de que los trabajadores no se tomen las vacaciones y perciban 200 euros por persona a cambio de estar a disposición de la empresa ese tiempo.
La entidad «no quiso entrar en esta última propuesta ni incluir a los 168 trabajadores en el ERE», lamentó Serrano, quien informó de que ha solicitado al PSOE regional y nacional que intervenga para garantizar el subsidio de estos empleados durante los meses que se prolongue el expediente temporal, con el que se prevé reducir a la mitad la jornada de su plantilla.
Portinox ha justificado la medida en el descenso de pedidos registrado en los últimos meses debido a la crisis, por lo que considera «imprescindible» reducir el número de horas de trabajo de sus empleados para mantener la competitividad en la planta.
La empresa ha asegurado también que la reducción de jornada no incluye ningún despido y que el ERE quedará sin efecto en el momento en que los pedidos sean suficientes «para volver a una producción aceptable».
Los comentarios están cerrados.