El secretario general de CC.OO., Ignacio Fernández Toxo, calificó ayer el concepto de «flexiseguridad», aportado al debate sobre posibles soluciones ante la crisis por el presidente de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE), Gerardo Díaz Ferrán, como «disparate» ante la posibilidad de aplicarlo en España, y advirtió de que hay que eliminar posturas «extremas» para dialogar.
Toxo, que participó en la clausura del III Congreso Estatal de la Federación de Servicios Financieros y Administrativos de CC.OO., indicó que Díaz Ferrán «va afinando» su discurso y recalcó que no tiene reparo en discutir ninguna de las cuestiones que se puedan plantear en una reunión «a la vuelta de Semana Santa», donde se ha de reflexionar sobre los elementos de solidez ante la crisis en torno a un gran pacto social.
«La confrontación no es la mejor forma de afrontar la situación», según el dirigente sindical, quien señaló que las partes se tienen que apartar de sus posturas «máximas y extremas y discutir sobre el resto para conseguir un acercamiento».
Sin embargo, advirtió de que el empresario tiene «tendencia en mirar a Dinamarca y Austria y tomar sus modelos de forma parcial». Así, indicó que el concepto de «flexiseguridad» no se puede aplicar en España, con una tasa de paro del 15% y un sistema de protección «alejado» del de Dinamarca, lo que constituiría un «disparate».
En este sentido, se preguntó si Díaz Ferrán estaría dispuesto a pasar de una presión fiscal del 41% que hay en España al 50% de Dinamarca, algo «demoledor ante la actual situación y que provocaría más problemas de los que hay».
Entre las medidas a introducir en el debate, apuntó a un cambio de modelo productivo, la apuesta por una educación de calidad vinculada a la empresa y la renovación de la formación profesional, además del impulso a la protección social, «donde hay déficit importantes».
Añadió que la solución del problema no pasa por la modificación de la jornada de trabajo, sino del gobierno de la jornada laboral, «donde existen herramientas de flexibilidad adecuadas para aumentar la productividad y que se recogen en los convenios». «No se puede apelar a viejas recetas para salir de la crisis en estos momentos», concluyó.
Por otro lado, Toxo pidió que no se retrase la aplicación de medidas para paliar los efectos de la actual situación económica en España, que «corre el riesgo» de no salir de la crisis al mismo ritmo que el resto de los países si no analiza sus «características concretas».
El secretario general de CC.OO. indicó que, en este contexto, los datos del paro «no por esperados, dejan de ser más negativos», e insistió en que los problemas de la economía española no remiten, a pesar de los paquetes de medidas puestos en marcha, que «han paliado en parte los problemas pero que dejan la recuperación aún lejos».
Añadió que es «difícil» que un país logre salir de la crisis en solitario, donde también apuntó a una crisis nacional con «características propias por un modelo productivo poco adecuado y un formato que facilita la destrucción de empleo».
Ante esta situación, advirtió de la posibilidad de que se salga de la actual situación económica a nivel internacional y no en España, mientras «no se analicen los problemas concretos existentes». Así, afirmó que es «consciente de que no existen medidas milagro», pero recalcó que, «cuanto más se retrase la aplicación de medidas, más difícil será encontrar la salida».
«El dato del paro es negativo sin paliativos», sentenció Toxo, quien insistió en la necesidad de incrementar las medidas que palien a «los que peor lo pasan», recordando la existencia de más de tres millones de parados, de los que alrededor de un millón no reciben prestaciones por desempleo.
«Se necesita un esfuerzo adicional del Estado para que nadie entre en riesgo de exclusión social y cuenten con rentas sustitutorias hasta que encuentren un empleo», matizó.
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