El presidente de la Federación Nacional de Asociaciones de Trabajadores Autónomos (ATA), Lorenzo Amor, denunció ayer que la crisis ha obligado a «echar la persiana» a 300.000 autónomos ante la situación de «asfixia financiera», falta de liquidez y morosidad, tanto pública como privada, derivada de una crisis que no han provocado y que puede llevar la tasa de paro a niveles del 17% en 2009.
Durante su comparecencia ante la Comisión de Economía y Hacienda del Congreso, Amor incidió en que en el último año 666.595 autónomos se han dado de baja del Régimen Especial de Trabajadores Autónomos (RETA) de la Seguridad Social, si bien el número de nuevas altas dejó el saldo negativo en 140.000 cotizantes. No obstante, Amor insistió en que de las bajas brutas, al menos de la mitad «sólo pueden explicarse por qué cerraron sus negocios».
Por este motivo criticó las «insuficientes» medidas del Gobierno en apoyo de los autónomos y aplaudió «que se estén multiplicando» las iniciativas aprobadas por el Congreso de los Diputados, como la aprobada ayer, de una línea de avales del ICO para que los autónomos palien las deudas de los ayuntamientos, acción que espera «llegue pronto al BOE, porque va en la buena dirección». «Los autónomos necesitamos también recapitalización», incidió.
El empresario denunció que el crédito sigue sin fluir, pese a las medidas de política monetaria y descenso de tipos, llegando a aplicar las entidades intereses de hasta el 11%, «rozando la usura», y achacó esta situación a incremento de las morosidad y probabilidad de impagos, la recesión de las expectativas de crédito y la «posición delicada» de los balances de las propias entidades.
Ante esta situación, señaló que las líneas del Instituto de Crédito Oficial (ICO) no llegan al 99,6% de los autónomos porque están «mal diseñadas» y abogó por cambiar el término de «empresa solvente» por el de «viable» en la redacción de los convenios, para que las entidades financieros no impongan condiciones «exorbitantes» para los autónomos en la concesión de estos créditos, como la de poner como garantía viviendas «valoradas en más de 300.000 euros» para préstamos de 20.000 euros.
Además, pidió que el Gobierno «comparta» las tasas de morosidad con bancos y cajas, y establecer una línea de avales de hasta el 100% del valor del crédito, para que los autónomos y empresas tengan una mayor agilidad en la financiación.
MOROSIDAD
Amor incidió en que la situación que viven los autónomos se agrava por los retrasos de las Administraciones Públicas, que se encuentra en una media de 180 días, llegando a alcanzar los 240 días, mientras que los impagos de empresas españolas alcanzaron los 200.000 millones de euros en 2008, según datos del Centro de Estudios de Morosología del EAE Business School.
Por este motivo, exigió la probación de un reglamento que determine la existencia de un plazo de pago máximo de entre 30 y 60 días para operaciones comerciales, que no exceda en ningún caso de estos límites.
Para hacer frente a esta situación urgió al gobierno a adoptar «tantas medidas sean precisas» para abordar en el entorno financiero y fiscal, activando el consumo y la demanda, mejorando la financiación de las empresas y familias, atajando la morosidad y reduciendo los costes de impuestos y cotizaciones de los autónomos.
Así, señaló que debe «replantearse» el sistema de módulos de tributación del IRPF ante un escenario en recesión y «a las puertas de la temida deflación», al tiempo que abogó por bajar el tipo del Impuesto de Sociedades para microempresas y autónomos al 18%, al 20% para las pymes y al 25% para las empresas a nivel general. Además pidió que se deje de devengar el IVA trimestralmente por las facturas incobradas y propuso que se reduzcan las cotizaciones sociales de forma «coyuntural»
Asimismo, reclamó que se ponga coto a la «competencia desleal» de la economía sumergida, la mejora de la formación, y el desarrollo del Estatuto del trabajador Autónomo.
Amor señaló que mañana acudirá a una nueva reunión de la mesa de diálogo con los autónomos convocada por el Ministerio de Trabajo e Inmigración «con la máxima voluntad de negociación y espíritu constructivo», y pidió que sus trabajo se plasmen en soluciones «útiles y concretas», ante l oque advirtió «que no bajarán la guardia».
INDEPENDENCIA DE ATA
ATA fue la organización convocarte, junto a las patronales de pymes de Cataluña (Pimec) y Baleares (Pimeb), a las que se adhirieron otras organizaciones de carácter regional y varias Cámaras de Comercio, de la concentración que tuvo lugar la semana pasada frente al Congreso de los Diputados, de la que, no obstante, se desvinculó la Unión de Profesionales y Trabajadores Autónomos (UPTA).
Amor, tras lamentar los incidentes provocados por elementos «incontrolados» durante la protesta, aseguró que ésta no fue diseñada «contra nadie» ni para apoyar «ningún partido político». Asimismo calificó de «histórica» su presencia ante la Cámara, y recalcó la «absoluta independencia» política de su formación, que aglutina a más de 420.000 autónomos y microemepresarios y calificó las ayudas públicas recibidas de «testimoniales».
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