RRHH Digital. EAE Business School presentó esta semana un estudio sobre La Empleabilidad de la Población Cualificada, dirigido por Mario V. González, director del área de Negocios Internacionales de EAE, del que se desprende que, analizando datos del INE, el incremento del paro entre la población con estudios de posgrado (0.06%) ha sido muy inferior al del total de parados del año 2008 (5,83%). En cifras, la población activa con estudios universitarios sin posgrado aumentó en 24.000 personas, apenas un 0,5%, y la que sí cursó estudios de posgrado aumentó en 36.700 personas (un 15%).
Ha aumentado el porcentaje de parados del colectivo de universitarios sin posgrado (de 5,2% a 6,7%), mientras que la tasa de paro correspondiente al colectivo con posgrado ha aumentado, aunque casi imperceptiblemente en un contexto económico claramente desfavorable.
Sin embargo, es necesario estudiarlo en su contexto evolutivo. Por su parte, la evolución de ambas tasas para el colectivo universitario con posgrado, así como su tendencia a la estabilización, “parece indicar que ha sido precisamente durante la crisis cuando este contingente ha hecho frente a este escenario adverso y parece estar consolidando su lugar en el mercado laboral español”, explica Mario V. González, director del Estudio.
El informe incluye un análisis de las tasas de paro y nivel de educación por Comunidad Autónoma y en Estados Unidos, Reino Unido, México, Colombia y Brasil. En seis comunidades autónomas (Asturias, Castilla La Mancha, Navarra, País Vasco, La Rioja, Ceuta, Melilla) la tasa de paro para la población activa con estudios de posgrado es del 0,0% durante el último año. En el caso de Andalucía, Aragón, Cantabria, Cataluña, Comunidad Valenciana, Extremadura, Galicia, Madrid y Murcia, las tasas de paro de la población activa con estudios de posgrado son sensiblemente inferiores a las tasas de paro de la población activa con estudios universitarios.
Las conclusiones que se desprenden de la investigación son las siguientes:
Cuanto mayor es el nivel de formación de la fuerza laboral, mayores son sus oportunidades y mejores sus condiciones laborales.
No sólo la opinión experta coincide en apuntar a la formación especializada y aplicada al puesto de trabajo como uno de los determinantes en las diferencias salariales y, especialmente, en la selección de personal, sino que las estadísticas muestran que las tasas de paro entre los menos educados son significativamente mayores a las que enfrentan aquellos con mayor nivel de cualificación.
Los estudios de posgrado aportan beneficios cuantificables e importantes en el nivel de empleabilidad de las personas.
Los beneficios que aportan los estudios de posgrado no son exclusivos de un tipo de mercados o economía, sino que están presentes en diferentes países y regiones a lo largo del mundo.
La evidencia empírica presentada para los mercados laborales anglosajones (Estados Unidos y Reino Unido), así como para Latinoamérica y España, corrobora la importancia de estos beneficios, aún cuando las diferencias estructurales, económicas y sociales entre estos países y regiones son claras y, en ciertos casos, notables. En otras palabras, los beneficios que aporta un posgrado en la empleabilidad de la fuerza laboral son sólidos a nivel geográfico, estructural y socioeconómico.
Los beneficios que aportan los estudios de posgrado se encuentran presentes aún en condiciones económicas desfavorables.
Especialmente en el caso de España y México, las diferencias en las oportunidades laborales entre los que poseen posgrado y los que no cuentan con este tipo de estudios siguen siendo significativas e importantes aún en los últimos meses cuando la crisis ha filtrado sus efectos adversos en los mercados laborales. En el caso de España, se puede apreciar y cuantificar la destrucción de empleo que ha sufrido entre sus filas el contingente con estudios de posgrado en contraste con la situación que presentan el grupo con posgrado.
En España, las diferencias en los niveles de tasas de ocupación y de paro entre el colectivo con estudios universitarios y el colectivo con posgrado presentan una tendencia a incrementarse en los últimos años.
El análisis de la evolución de las tasas de ocupación y paro trimestral en el periodo 2005-2008 y el cálculo de la tendencia subyacente nos muestra que en el último año, cuando las condiciones económicas se recrudecieron, las oportunidades laborales del colectivo con estudios universitarios se deterioran, mientras que el contingente que cuenta con formación de posgrado se ha impuesto a este escenario y parece consolidar su lugar en el mercado.
Según Mario V. González, “los datos corroboran que los estudios de posgrado cada vez contribuyen más a escapar de las largas colas de las oficinas de desempleo. Por tanto, si en los últimos meses la tarea de encontrar empleo se ha dificultado, una de las soluciones para salir de las colas del paro podría estar en adquirir la formación adecuada”.
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