Ayer tuvo lugar el encuentro profesional “Reingeniería de la Expatriación en tiempos de crisis”, patrocinado por Employee Mobility Solutions (EMS), especialista en movilidad internacional de empleados. Durante la jornada se analizarón las nuevas políticas de movilidad internacional, así como las estrategias para optimizar recursos y reducir costes.
Ana Gazarián, Presidenta de EMS, hizo un análisis de la situación actual y de los cambios en las políticas de expatriación relacionados directamente con el recorte presupuestario producido por la crisis, destacando “la necesidad de adaptación al cambio en época de crisis y de alternativas para poner en práctica procesos más eficientes y productivos”.
Para mantenerse dentro del nuevo presupuesto, algunas empresas ya se han visto obligadas a tomar decisiones, como el regreso a su país de origen de empleados movilizados antes de que finalice la asignación o la preparación de una estrategia de salida. En cualquier caso, ante una decisión de este tipo, es recomendable una planificación exhaustiva del proceso. “Debemos realizar un proceso adecuado de repatriación para retener el talento en el que tanto hemos invertido. Tendremos que tener en cuenta factores como la escolarización y la vivienda, así como que otros aspectos personales estén totalmente organizados y no resulten perturbadores y costosos para las familias movilizadas. Además, es importante que el nuevo puesto a ocupar le resulte al movilizado lo suficientemente adecuado y motivador”, apunta Ana Gazarián.
Fórmulas de repatriación
Buscando fórmulas intermedias, una de las tendencias internacionales más utilizadas desde el comienzo de la crisis ha sido la conversión a empleado local de los expatriados. Esto supone un cambio del estatus de empleado, siendo transferido de la nomina internacional y de los beneficios de las políticas internacionales, a empleado bajo nomina local. Aunque parezca lo contrario, es una situación favorable para ambas partes: “Para la empresa supone una reducción de costes de repatriación y de expatriación y le permite retener personal con talento clave, mientras que para el empleado, muchas veces debido a situaciones personales, prefiere esta nueva condición, que dar por terminado su contrato, o ser repatriado”, comenta la Presidenta de EMS.
Otra de las tendencias de readaptación en tiempos de crisis para la movilidad es la revisión exhaustiva de las asignaciones a largo plazo. Convertir las asignaciones de largo plazo en asignaciones de corto plazo, o bien repatriar al empleado y a su grupo familiar. Para ello, sería fundamental “estudiar el rendimiento laboral y las repercusiones y costes de la repatriación”, afirma Ana Gazarián. Otra posibilidad es ofrecer al empleado una asignación rotativa -por ejemplo, tres semanas de trabajo y otras tantas de descanso-, algo muy recomendable para sectores como la minería, petrolero o naviero.
Otro de los cambios más destacados ha sido el producido por recortes en paquetes compensatorios -bonus, planes de retiro, etc.- así como las fluctuaciones producidas en algunos mercados de ayudas por coste de vida (cost of living allowances); mientras que disminuyen las ayudas a la vivienda por la caída de precios de las casas y alquileres, las de suministros y alimentación suben por la inflación de precios tan grande experimentada.
En cualquier toma de decisiones, es imprescindible una adecuada planificación de costes. Para ello, es importante tener en cuenta aspectos como la escolarización -si es gratuita o no- el vehículo, la seguridad, temas fiscales, seguridad social y seguros médicos, volumen de mudanzas, costes de viajes u otros privilegios.
La presidenta de EMS cerró su intervención invitando a todos los participantes a liderar estos procesos de cambio fruto de la nueva situación económica y centralizar desde el principio los gastos ocasionados por las movilizaciones de su empresa, para controlar costes de una manera eficaz. “Una de las labores en las que más ha trabajado EMS en los últimos tiempos con el equipo de recursos humanos ha sido el ayudar a encontrar un equilibrio entre la satisfacción personal y profesional de los movilizados, así como a conseguir balance de costes y beneficios”.
Tras la intervención de la Presidenta de EMS, varios responsables de RRHH de las principales empresas españolas, como CISCO, Endesa, Grupo BBVA, Repsol YPF o Unión Fenosa Gas, entre otros, analizaron la situación actual de la movilización en sus compañías. Una de las principales conclusiones ha sido el conocer que la mayoría de estas empresas continúan, pese a la crisis, movilizando a sus empleados. Sin embargo, la situación actual obliga a una mayor planificación para controlar exhaustivamente los costes. Asimismo, es importante analizar cada sector de manera diferente y estudiar cada caso individualmente.
La mayoría consideran que, pese a los tiempos, las movilizaciones siguen siendo necesarias no sólo para cubrir puestos con unos requisitos determinados, sino también para exportar una cultura corporativa en determinados países.
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