RRHH Digital. Un informe de la Agencia Europea para la Seguridad y la Salud en el Trabajo (EU-OSHA) identifica los principales grupos de sustancias que plantean nuevos y crecientes riesgos para los trabajadores y que contribuyen a una serie de enfermedades, como alergias, asma, infertilidad y cáncer. Las sustancias peligrosas no se encuentran sólo en el sector químico, sino también en otras actividades profesionales como la agricultura, la atención sanitaria, la construcción y en muchas pequeñas y medianas empresas (PYME) no pertenecientes al sector químico.
“Se estima que cada año se producen 74000 muertes laborales vinculadas a la exposición a sustancias peligrosas en el lugar de trabajo. Ello significa que muere un número de personas 10 veces mayor como consecuencia de la exposición a sustancias peligrosas que a causa de accidentes en el lugar de trabajo. Numerosas empresas no otorgan la importancia debida a la eliminación o sustitución de las sustancias peligrosas. La gestión de los riesgos químicos es especialmente deficiente en las pequeñas y medianas empresas y entre los subcontratistas», afirma Jukka Takala, Director de la Agencia Europea para la Seguridad y la Salud en el Trabajo.
Alrededor del 15% de los trabajadores europeos afirma que manipula productos químicos durante una cuarta parte de su tiempo de trabajo, el 10% afirma que inhala vapores y el 19% respira polvo, gases y humos en su lugar de trabajo.
Las Previsiones de los expertos sobre los riesgos químicos emergentes, establecidas por 49 expertos de toda Europa, colocan las nanopartículas a la cabeza de la lista de sustancias de las que los trabajadores necesitan protegerse. La nanotecnología se utiliza, por ejemplo, en cosméticos y productos informáticos y se prevé su rápido crecimiento en un mercado mundial de miles de millones de euros. Si bien se requieren más investigaciones en cuanto al alcance del daño que causan las nanopartículas a la salud humana, ya existe suficiente información disponible para desarrollar unas prácticas de trabajo provisionales a fin de reducir su exposición en el lugar de trabajo.
En muchas profesiones, la piel de los trabajadores está expuesta a productos químicos y aumentan las enfermedades alérgicas. Se estima que los productos químicos son responsables del 80 al 90% de las enfermedades de la piel, que ocupan el segundo lugar (13,6%) en la escala de enfermedades profesionales, después de los trastornos musculoesqueléticos. Aún así, no existen métodos científicos acordados para evaluar el efecto de estas sustancias sobre la piel o para establecer unos niveles seguros de exposición dérmica.
Las previsiones también destacan las sustancias que pueden provocar cáncer, por ejemplo, los gases de escape de motores diésel. En cuanto a las sustancias con efectos tóxicos para la reproducción, el nivel de conocimientos es aún muy escaso y, además, son estigmatizadas como una cuestión de salud de las mujeres, por lo que muy raras veces se toman en consideración en las evaluaciones de riesgos en el lugar de trabajo y en la prevención.
Entre las actividades profesionales que suscitan una creciente preocupación y en las que los trabajadores se enfrentan a un alto riesgo de entrar en contacto con sustancias peligrosas, cabe mencionar la gestión de residuos, la construcción y actividades del sector de servicios, como por ejemplo, la limpieza o la atención sanitaria a domicilio.
Las exposiciones combinadas a varios productos químicos suelen ser la norma y no la excepción y, al considerar cada uno de los riesgos por separado, es probable que se subestime su verdadera dimensión. Actualmente las exposiciones múltiples son cada vez motivo de mayor preocupación, y ello también se puso de relieve en las previsiones de la Agencia Europa para la Seguridad y la Salud en el trabajo en relación con los riesgos biológicos, físicos y psicosociales emergentes. Este año se inicia un estudio de previsiones a mayor escala centrado en los riesgos laborales que plantearán las nuevas tecnologías durante los próximos diez años.
La Agencia Europea para la Seguridad y la Salud en el Trabajo organizó un seminario para debatir los resultados del informe con los responsables políticos de la Unión Europea, los agentes sociales y los expertos en SST. Las conclusiones del seminario se suman a la amplia variedad de información sobre buenas prácticas que la Agencia Europea para la Seguridad y la Salud en el Trabajo ofrece a los empresarios, los profesionales de la salud y seguridad y los trabajadores y sus representantes.
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