El secretario de Estado de Hacienda y Presupuestos, Carlos Ocaña, dijo hoy que el Gobierno está trabajando en la discriminación tributaria entre los despidos colectivos e individuales, pero avisó del peligro de que la rebaja de la fiscalidad de los Expedientes de Regulación de Empleo (ERE) suponga un abaratamiento del despido.
En la actualidad, si una empresa despide improcedentemente a un trabajador, la indemnización recibida no está sujeta al Impuesto sobre la Renta (IRPF) hasta el límite señalado por el Estatuto de los Trabajadores, 45 días por año trabajado hasta un máximo de 42 mensualidades.
Sin embargo, si ese mismo trabajador es despedido mediante un ERE, sólo tiene libres de impuestos 20 días por año trabajado, con un máximo de 12 mensualidades; por ello, indemnizaciones superiores a ese límite que se puedan pactar con la empresa están sujetas a tributación.
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