Trabajo reafirma la voluntad de impulsar un diálogo social que se encuentra «vivo y con tareas por hacer»

RRHH Digital. El ministro de Trabajo e Inmigración, Celestino Corbacho, aseguró ayer, en su comparecencia en la Comisión de Trabajo e Inmigración del Congreso de los Diputados, que el diálogo social se encuentra «vivo y con muchas tareas por hacer» y ha reconocido la colaboración y la implicación de los interlocutores sociales en este proceso, en el que, «al margen de discrepancias han dado muestras una vez más de una fiabilidad incuestionable a la hora de construir un proceso de concertación».

En la primera parte de su intervención, Corbacho ha manifestado que su intención no era «hacer un repaso de las cifras de evolución del empleo», sino destacar algunos aspectos como el empleo destruido en el sector de la construcción, el fuerte aumento de la población activa, 660.000 personas más en un año «más que Alemania, Francia e Italia juntas», y en general, ofrecer una serie de cifras que dan idea de los efectos sobre el empleo de la crisis económica que «constituye el principal problema de todas las economías e también de la nuestra».

Entre esas variaciones económicas, que han mejorado su comportamiento, el ministro ha mencionado la bajada del IPC, uno de cuyos componentes con más repercusión ha sido la reducción del precio de la gasolina, así como de los tipos de interés, con su incidencia en la cuota mensual de hipotecas, como otra serie de medidas adoptadas por el Gobierno encaminadas a generar confianza en el sector financiero, reactivar la economía y frenar el crecimiento del desempleo, que conforman el Plan Español para el Estímulo de la Economía y el Empleo, el denominado Plan E.

Para Corbacho este Plan, que ha supuesto una movilización de recursos públicos sin precedente en España, es una iniciativa que enmarca el proceso de Diálogo y muestra la «permanente actividad del Gobierno desde todos los ámbitos a su alcance para mejorar la situación económica y del empleo».

La parte central de si intervención la ha reservado el titular de Trabajo e Inmigración para informar de la situación del diálogo social, iniciado en julio de 2008 con la «Declaración para el impulso de la economía, el empleo, la competitividad y el progreso social», por parte del Presidente del Gobierno y los máximos dirigentes de la organizaciones empresariales y sindicales».

Esta fase de diálogo tenía, según Corbacho «un carácter innovador, al desagregar el temario en mesas de trabajo independientes, pero incorporando las nuevas prioridades y los nuevos ámbitos que la actual coyuntura requería, por lo que se configuró como un diálogo social diferente, más ambicioso, porque incluía más materias, y más complejo por el número de Ministerios implicados».

Tras un primer diagnóstico y la concreción de las líneas de actuación a seguir en las 12 mesas de Diálogo y los 8 ámbitos de Diálogo Social Reformado, se celebraron 30 sesiones de trabajo que culminaron el pasado mes de noviembre con el consenso sobre dos medidas importantes: la bonificación de 1.500 euros para la contratación indefinida de parados con cargas familiares y la elevación del 40 al 60% del porcentaje máximo de capitalización de las prestaciones para desempleados que se constituyan como autónomos.

La segunda fase, que comprende los primeros meses de 2009, tiene como punto de referencia la reunión de la Comisión de Seguimiento y Evaluación el pasado 29 de enero, en la que se reafirmó la voluntad de las partes de impulsar el proceso de diálogo social, con carácter inmediato y se acordó una agenda de trabajo y un temario para los meses siguientes.

Conscientes de la premura que impone la situación, el Gobierno y los interlocutores sociales han actuado en consecuencia y han profundizado en la discusión de un paquete de medidas dirigidas al mantenimiento y el fomento del empleo, a mejorar la protección de las personas desempleadas, así como la liquidez de las empresas.

Aunque, según Corbacho, «no ha sido posible alcanzar un acuerdo global, estas medidas han sido ampliamente debatidas, ha existido una coincidencia generalizada sobre su necesidad y han sido valoradas positivamente en términos generales por los interlocutores sociales, aunque algunos matices han impedido el consenso».

Para el ministro se trata de medidas coyunturales y urgentes y las de «mayor calado» de todas las analizadas hasta ahora en el diálogo social, que agrupó en las siguientes iniciativas:

• Hacer de los ERES un mejor instrumento para garantizar la continuidad del tejido productivo y los puestos de trabajo, que se plasma en tres cuestiones: reposición de las prestaciones consumidas para los afectados por ERES de suspensión de contratos; bonificación del 50% de cuotas para situaciones de desempleo derivadas de ERES temporales y fomentar convenios especiales con la Seguridad Social para que los trabajadores mayores afectados por ERES puedan compatibilizar con una actividad económica.
• Evitar que empresas viables cierren por no poder hacer frente a los pagos a la Seguridad Social, para lo que se concederán aplazamientos de esos pagos durante 2009.
• Bonificación del 100% de la cuota empresarial para empresas que contraten a un trabajador en desempleo, en determinadas condiciones.
• Impulsar la contratación a tiempo parcial, tanto a través de un incremento de las bonificaciones como de considerar desempleados a efectos del programa de fomento de empleo a trabajadores a tiempo parcial con jornadas muy reducidas.
• Reforzamiento de los Servicios Públicos de Empleo, a través de mejoras tecnológicas e incrementos de plantilla. En este sentido, se contratarán 900 personas a lo largo del año, que se sumarán a los 1.500 contratados en 2008.
• Mejora de los subsidios eliminando el periodo de espera exigido.

Todas estas medidas se evaluarán a lo largo de 2009, para valorar la posibilidad de prorrogarlas, excepto las bonificaciones a contratos a tiempo parcial, que tienen vocación permanente.

Por todo ello, el ministro considera que el diálogo social no ha finalizado sino que «se abre una nueva fase con la discusión de medidas de carácter más estructural y una agenda abierta de temas, algunos de ellos ya planteados, como la mejora de los Servicios Públicos de Empleo, la evaluación del impacto de las bonificaciones, el desarrollo del Segundo Plan de Acción de la Estrategia Española de Seguridad y Saludo en el Trabajo, el análisis y revisión de la Formación para el Empleo y el desarrollo del Estatuto del Trabajo Autónomo».

Precisamente en relación con el tema de los trabajadores autónomos, Corbacho recordó que esta semana se inicia una serie de reuniones de trabajo con las asociaciones representativas y terminó su comparecencia reconociendo que hay por delante una «tarea complicada y ambiciosa, pero imprescindible si queremos que cuando pase la crisis nuestra economía sea más competitiva y nuestra sociedad más cohesionada».