Los planes de rescate que pongan en marcha los Gobiernos deben centrar su atención en asuntos laborales y sociales, para reactivar de manera efectiva la economía, ha afirmado la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
La OIT señaló que un estudio de planes de rescate llevados a cabo en 40 países demostraba que las ayudas dirigidas al sector financiero eran cinco veces superiores a las destinadas a la economía real. Dichos planes alcanzan un montante de 1,19 billones de dólares, el 1,7% del PIB combinado de esos países, no alcanzando la recomendación del FMI de destinar el 2% del PIB, según la OIT.
Para la OIT, existe un riesgo de que se dé una prolongada crisis en el mercado laboral. Según Juan Somavía, director General de la OIT, «Nos gustaría ver que el G20 refleje en sus comunicados un reconocimiento de que los temas laborales, los temas de protección social, los temas de las personas son también importantes para ellos», señaló en una rueda de prensa.
La OIT estima que el número de parados podría alcanzar los 38 millones en 2009, tras producirse un aumento de 14 millones en 2008, situando la tasa de desempleo mundial por encima del 7%.
Para Somavía, «las medidas tomadas hasta ahora no están teniendo un gran efecto y, de los recursos puestos en juego, una cantidad no suficiente de ellos tiene que ver con la generación de empleos, con la protección social y con los temas de las personas».
Raymond Torres, director del instituto de la OIT, ha señalado que una mejor coordinación de los diferentes paquetes de ayudas en los próximos tres meses podría hacer que el mercado laboral se recuperase a comienzos de 2010. Por contra, si la coordinación de esas ayudas se retrasara seis meses más, dicha recuperación del mercado de trabajo no llegaría, como pronto, hasta principios de 2011.
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