La Confederación Europea de Sindicatos (CES) expresó ayer su decepción por la «degradación» de la cumbre sobre empleo de la UE del próximo mes de mayo, al entender que, con ello, se envía «una mala señal» a los ciudadanos europeos.
Esta cumbre extraordinaria fue convocada por la Comisión Europea y la presidencia checa de la UE para analizar la situación laboral en los distintos estados miembros. A la misma estaba previsto que acudieran los líderes de la UE-27, algo que finalmente no ocurrirá.
John Monks, secretario general de la CES, mostró la decepción de esta asociación sindical por la decisión de los líderes europeos de rebajar el formato de la cumbre. Estos consideraron el pasado viernes que sería más adecuado celebrar una reunión de menor categoría ante la dificultad de aportar nuevas soluciones al problema del paro. Inicialmente estaba prevista la presencia de los 27 jefes de Estado y de Gobierno y de representantes de los agentes sociales.
Según Monks, esta decisión es «una señal muy mala para los ciudadanos y trabajadores europeos», ya que «da la impresión de que los líderes comunitarios no están lo suficientemente preocupados por el paro».
Lea el comunicado de la CES.
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