Hace seis meses, el diario ABC informaba de que las Fuerzas de Seguridad del Estado alertaban de un aumento de los delitos contra la propiedad por culpa de la crisis, información confirmada por el ministro de Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, el pasado martes en el Congreso.
Ahora, las Fuerzas de Seguridad del Estado prevén un «notable» aumento de la criminalidad a partir del segundo semestre de 2009, cuando las consecuencias sociales de la crisis económica sean aún más visibles. Se trataría de un crecimiento de la pequeña delincuencia -robos con fuerza e intimidación, hurtos, estafas-, ya que la criminalidad organizada actúa independientemente de estos factores
Según ABC, sin que en ningún caso se pueda dar por buena la ecuación de que un parado es un delincuente en potencia, no deja de ser cierto también que, históricamente, situaciones como las que atraviesa nuestro país han llevado aparejado un aumento de la inseguridad ciudadana.
A partir de junio, muchas de las personas que se han quedado en paro a finales de 2008 y principios de 2009 dejarán de percibir el subsidio de desempleo. Desde ese momento, según el análisis de los expertos, el riesgo de los afectados en caer en la marginación aumentará de forma exponencial, de manera especial entre el colectivo de inmigrantes, los menos protegidos por las redes sociales. Y esa marginalidad es el caldo de cultivo perfecto para la delincuencia.
En los primeros meses de 2009 se ha comenzado a detectar esta tendencia en la delincuencia, según altos mandos policiales y de la Guardia Civil consultados por ABC. Se trata de aumentos que afectan sobre todo a hurtos, robos en coches, robos con intimidación, estafas… y no tanto a la actuación de bandas o delincuentes habituales, que se mantienen en estos meses estables e, incluso, en algunas zonas, como Madrid, con cierta tendencia a la baja, en buena medida por la eficacia de las Fuerzas de Seguridad.
Destaca ABC la fuerte caída de los robos en las obras, consecuencia de la crisis económica, ya que apenas hay nueva construcción. Esta modalidad delictiva, protagonizada por bandas, afectaba muy especialmente a las comunidades autónomas con gran desarrollo urbanístico. También han descendido mucho los robos de cable por la caída del precio del cobre.
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