El Gobierno de Nicolas Sarkozy sufrirá mañana su segunda huelga general en poco más de un mes, convocada por los principales sindicatos del país para exigir una respuesta más enérgica contra la crisis, más medidas sociales y un cambio en la acción política del Ejecutivo francés.
Si el 29 de enero pasado un millón de personas salió a la calle en defensa del empleo y del poder adquisitivo de los trabajadores franceses, la convocatoria de mañana tiene como objetivo protestar contra las medidas sociales acordadas entonces por Nicolás Sarkozy para combatir la crisis, que consideran insuficientes.
Entre las medidas anunciadas hace un mes por el presidente francés figuraban la creación de un Fondo de inversión social, el aumento de indemnizaciones para trabajadores en paro técnico, una rebaja de impuestos para las clases medias, una prima de 500 euros a determinadas categorías de parados y una ayuda de 150 euros para las familias más modestas con hijos a su cargo.
El Gobierno francés ha comunicado que no se tomarán nuevas medidas.
Los comentarios están cerrados.