Los expertos que han participado en las Jornadas de Actualización de Medicina en Familia, celebradas en Madrid y organizadas por la semFYC y la Sociedad Madrileña de Medicina de Familia y Comunitaria (somamFYC), en colaboración con Novartis, destacaron el incremento de consultas que se ha producido por problemas de salud mental asociados a la crisis económica y a la nueva realidad laboral de muchos de los pacientes, según informaron hoy en un comunicado las entidades.
La coordinadora del Grupo de Salud Mental de semFYC, la doctora María Jesús Cerecedo, señaló que ‘la situación de paro, la repercusión de las dificultades económicas en el entorno familiar, el aumento de dificultades para el pago de hipotecas, o la reducción de expectativas de recuperar el trabajo o las condiciones de bienestar previas son acontecimientos estresantes que influyen en el bienestar psicológico de las personas’.
Además, añadió que ‘en el caso de los pacientes psiquiátricos controlados, la situación se puede descompensar e irrumpir de nuevo la sintomatología ansioso-depresiva o recaídas en el abuso de sustancias toxicas, como el alcohol, en personas vulnerables’.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ya advirtió de que la crisis económica podría provocar más estrés, depresión y otros desordenes mentales. En este sentido, la doctora Cerecedo puntualizó que ‘sería ingenuo pensar que la crisis no va a afectar a la salud mental. Si se prolonga, a medio o largo plazo va a ser necesario reforzar el nivel de tolerancia a la frustración de los individuos’, señaló, y apuntó que ‘los tratamientos tanto psicoterapéuticos como farmacológicos pueden contribuir a reducir el impacto sobre los más afectados’.
Según manifestaron los representantes del Grupo de Salud Mental de semFYC, existen una serie de pautas de actuación que pueden servir de apoyo en las consultas, como definir la gravedad del problema, los impactos y los factores asociados, aceptando la realidad tal como es, diferenciando aquellos factores que son independientes de la persona y que no son modificables de aquellos otros sobre los que se puede actuar; recoger los diferentes elementos sobre los que actuar, obtener la información precisa para plantear alternativas; identificar propuestas o soluciones alternativas viables, posponiendo proyectos muy difíciles de sacar adelante en el momento actual; pensar en las consecuencias posibles en relación con las propuestas, y priorizar y seleccionar las soluciones elegidas.
Además, señalaron que también sería útil el entrenamiento en técnicas de relajación para aminorar el estrés en el proceso adaptativo. ‘No debemos olvidar que en el entorno social está el origen de la crisis, pero también que podemos aprovechar la capacidad terapéutica de la propia comunidad, proponiendo el refuerzo de las redes familiares y comunitarias en las que se sustenta la persona’, apuntó la doctora Cerecedo.
Consumo de tranquilizantes
En cuanto al consumo de tranquilizantes, los expertos advirtieron de que el consumo de benzodiacepinas (tranquilizantes y ansiolíticos) en España es elevado, con un incremento interanual aproximado de un 7 por ciento, y si se interrumpe su consumo deforma brusca pueden aparecer problemas y malestar al paciente, y síntomas propios de un síndrome de abstinencia, como dolor de cabeza nerviosismo, que inducen al afectado a seguir tomando la medicación.
Según los expertos, la mejor forma de retirar el tratamiento de forma adecuada consiste en explicar al paciente que muchas de esas molestias tienen su origen en la dependencia generada ala propia medicación y que una posible solución pasa por empezar a reducirla de forma gradual, entre el 10 y el 25 por ciento de la dosis cada dos semanas, de tal modo que el organismo apenas perciba esta disminución.
En este sentido, el director académico de las jornadas, el doctor José Zarco, aseguró que ‘la indicación de este tipo de tratamientos debe ser puntual en el tiempo, por lo que es imprescindible realizar un estrecho seguimiento para evitar una posible cronificación del mismo’.
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