España ocupa el puesto décimo séptimo en cumplimiento de la Estrategia de Lisboa, cuyo objetivo es convertir a la Unión Europea en la zona más competitiva y más dinámica con unas economías basadas en los conocimientos.
Según señala el Instituto de Estudios Económicos (IEE) en una nota de prensa tras analizar los datos del Foro Económico Mundial, en el caso de España se ha producido un empeoramiento, ya que ha perdido dos puestos desde el año 2006, debido, sobre todo, a la valoración especialmente desfavorable en el criterio de entorno empresarial e inclusión social.
Los países nórdicos son los que mejores resultados obtienen en el ranking debido, fundamentalmente, a su fortaleza en materia de innovación, ya que destacan en gasto en I+D y en un elevado índice de inclusión social, con bajo desempleo, elevada participación laboral de las mujeres y alto grado de formación de sus trabajadores.
El primer lugar corresponde a Suecia, seguido de Dinamarca y Finlandia. A continuación figuran las principales economías del resto de Europa, encabezadas por los Países Bajos y seguidas por Austria, Alemania, Luxemburgo, Francia, el Reino Unido, Bélgica e Irlanda.
Estonia y Letonia se sitúan a continuación y son los países mejor clasificados entre los de nueva adhesión. Por su parte, Portugal, Eslovenia y la República Checa también se sitúan por delante de España.
Por detrás de España sólo figuran Grecia e Italia como antiguos miembros de la UE-15, siendo el resto nuevos miembros, como Malta, Lituania o la República Eslovaca, entre otros. Rumanía, Polonia y Bulgaria cierran la lista.
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