Una juez de Madrid ha condenado a EL MUNDO -y, de manera solidaria, también a Unidad Editorial, Ediservicios 2000 y Unidad Editorial Sociedad de revistas- a reconocer que ocho fotógrafos que trabajan sin contrato para el periódico y otras publicaciones del grupo tienen una «relación laboral» con la empresa. Esto significa que forman parte de la plantilla y, por tanto, que deben ser dados de alta en ella.
En la sentencia se le reconoce a cada uno de ellos como antigüedad en la empresa el tiempo real que llevan trabajando, que oscila entre nueve y 19 años, lo que se traduce a su derecho a cobrar los correspondientes trienios.
Según un comunicado difundido este jueves por el Comité de Empresa de El Mundo, «estos ocho compañeros presentaron una demanda contra la empresa en noviembre pasado porque, después de tantos años, empezaban a encargarles sensiblemente menos trabajos que antes, con la consiguiente reducción de sus ingresos, porque cobran por cada fotografía que realizan. Al mismo tiempo, ha seguido aumentando el número de fotógrafos colaboradores -que ahora trabajan más que los que demandaron a la empresa- hasta llegar a un nivel que no existe en ningún medio español.»
La juez considera probado que, tal y como hemos visto durante muchos años todos los trabajadores de EL MUNDO, estos y otros fotógrafos «colaboradores» -en realidad son plantilla encubierta- hacen el trabajo que les encarga la empresa de la misma manera que los de plantilla, sin distinción alguna; que tienen una acreditación como fotógrafos de EL MUNDO; que no pueden publicar sus fotografías en otro periódico, aunque no tengan firmado un acuerdo de exclusividad, y que hasta el traslado a la nueva sede -hace poco más de un año- acudían al diario habitualmente e incluso tenían un espacio físico para trabajar. Esto significa, según la reiterada jurisprudencia de todos los tribunales españoles, que en este caso existen los requisitos que se exigen para reconocer que son personas de la plantilla y no unos colaboradores que hacen una fotografía y la venden a un periódico u otro.
En la nota, el Comité añade:
Una vez más, y ya hemos perdido la cuenta, se ha cumplido lo que el Comité anunció a la empresa y ésta se negó a resolver. Hace varios años que intentamos solucionar la situación de los fotógrafos de EL MUNDO, escandalosa e inexistente en ningún otro periódico: hay cuatro fotógrafos en plantilla, de los que únicamente dos realizan fotografías en la actualidad, y una veintena de «colaboradores» que hacen el mismo trabajo que los otros pero sin contrato. Desde el Comité propusimos en su día un plan para integrarlos en la plantilla a lo largo de varios años y otras soluciones, pero la empresa también se negó a negociarlo.
Antes de que estos fotógrafos presentaran la demanda, el Comité pidió a la empresa que interviniera en este asunto para evitar que ocurriera lo que ha sucedido: que denunciaran judicialmente, porque iban a ganar y supondría un coste muy elevado; la empresa tampoco nos hizo caso. Unos meses antes, otro fotógrafo sin contrato presentó una demanda y la empresa aceptó indemnizarle sin llegar a juicio porque sabía que iba a El Comité de Empresa celebra que estos compañeros hayan ganado su demanda, porque es de justicia y cualquier abogado, incluso con poca experiencia lo sabe —parece que excepto el que tiene contratado Unidad Editorial, que acumula ya un buen número de casos perdidos por la empresa—. Lamentamos la cerrazón de la empresa que se traduce ahora en tener que hacer frente a un coste muy elevado en un momento en que estamos negociando la manera de ahorrar ante la crisis generalizada.
Desde el Comité pedimos a los máximos responsables de la compañía que adopten las medidas necesarias para que esta situación no se vuelva a repetir, porque perjudica a los intereses de todo el grupo Unidad Editorial y, por consiguiente a todos los trabajadores.
Quedan muchos fotógrafos que son plantilla encubierta y la empresa sabe que si denuncian su caso también lo van a ganar.
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