El consejo de dirección del fabricante Volkswagen dejó ayer en suspenso la adjudicación del nuevo Audi Q3 a la factoría de Seat, tras conocer, durante la reunión mantenida con los sindicatos, que estos no se habían puesto de acuerdo sobre las medidas laborales planteadas recientemente por la dirección de Seat. Según esta, no se da «el necesario compromiso de la mayoría de los sindicatos».
Matías Carnero, presidente del comité de empresa de Seat, puso de relieve la preocupación mostrada por la dirección de Martorell al finalizar la reunión, y criticó a los otros sindicatos por asegurar que la adjudicación del Q3 a la planta barcelonesa era segura.
El Ministerio de Industria, por su parte, tras conocer ayer la decisión del fabricante alemán de suspender la adjudicación, ha paralizado las ayudas que tenía previsto concederle por importe de 112 millones.
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