La alcaldesa de Alicante, Sonia Castedo, dijo ayer que Altadis estima en un 60% los trabajadores de la fábrica alicantina que podrían trasladarse a la planta de Logroño, tras el cierre de la sede en la ciudad.
En este sentido se manifestó la alcaldesa, tras acudir a una reunión con la dirección de Imperial Tobacco para abordar el cierre de la fábrica, en la que solicitó que las condiciones para los trabajadores que no sean trasladados o que decidan no trasladarse sean ‘lo más beneficiosas posibles’.
Castedo destacó que durante la reunión han hecho ‘hincapié’ en la posibilidad de facilitar a los trabajadores que decidan no trasladarse a Logroño unos ‘cursos de formación, de búsqueda de empleo y que se colabore con ellos en los casos en los que haya iniciativa empresarial por parte del trabajador y que esa colaboración también sea económica’.
Por su parte, el consejero delegado del grupo, Gareth Davis, confirmó la ‘absoluta disposición’ de la compañía para resolver ‘lo más favorablemente posible’ la situación laboral y personal de los trabajadores.
En este sentido, Davis mostró su confianza en alcanzar, de forma ‘inminente’, un ‘acuerdo’ con los representantes de los trabajadores. Así, destacó que la situación de los empleados es una ‘prioridad absoluta’ para ellos, y por tanto, tienen una ‘clara voluntad de resolverla lo mejor posible’.
Asimismo, la alcaldesa destacó que, durante la reunión, les han entregado el plan social, que ‘previsiblemente’ se firmará mañana, y que además de ser un ‘muy buen plan’, está ‘negociado’ con los sindicatos.
Además, explicó que ha solicitado que, en cuanto se venda la fábrica, ‘se tenga en cuenta’ la formación de los trabajadores, así como que se facilite que dentro de esa nueva empresa entren empleados de Altadis. Así, según destacó, cuentan con el ‘compromiso’ de Davis, de llevar adelante estas solicitudes.
El propio Davis señaló que Imperial Tobacco siempre ha utilizado ‘la vía del diálogo y el acuerdo con los representantes de los trabajadores’, lo que ha permitido aplicar distintas iniciativas de ayudas sociales que han contribuido a ‘reducir el impacto’ de los diferentes procesos de reestructuración acometidos en diversos países.
Por otra parte, la alcaldesa adelantó que también han puesto sobre la mesa a la Agencia Local de Desarrollo del Ayuntamiento de Alicante, que se integrará en la formación de los trabajadores que decidan no trasladarse y a ‘colaborar económicamente’ con aquellos que dispongan de ‘iniciativa empresarial’.
El cierre de la fábrica, previsto para diciembre de este año, se debe a la ‘caída en picado’ de las ventas de tabaco negro, que es precisamente el que se fabrica en Alicante.
En la reunión estuvieron presentes, además de la alcaldesa y el consejero delegado de la compañía, el primer teniente de alcalde y concejal de Atención Urbana de Alicante, Andrés Llorens; también asistieron Kathryn Turner, directora de Recursos Humanos a nivel mundial de Imperial Tobacco Group; José Luis Relea, director de Recursos Humanos en España; y Ramón Calvo, director de Producción de Cigarrillos en España.
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