El presidente del PPdeG y futuro jefe del Gobierno gallego, Alberto Núñez Feijóo, se comprometió hoy con los tres principales sindicatos de la comunidad a mantener la Consellería de Traballo y les garantizó que esta materia no será «una maría» en el organigrama de la Xunta, dada la actual situación de crisis económica.
Tras su primer encuentro con Feijóo después de que éste lograse la mayoría absoluta en las elecciones autonómicas, los líderes de UGT, CC.OO. y CIG celebraron que la intención del que será presidente de la Xunta en la VIII legislatura sea darle al departamento de Traballo «al menos» el mismo peso que tuvo con el bipartito.
Los representantes de las centrales sindicales consideraron «positiva» esta decisión de Feijóo, el principal compromiso que adquirió con ellos en el encuentro de hoy, que se prolongó por espacio de unas dos horas. Aunque los sindicatos aplaudieron esta primera «toma de contacto» con la futura Xunta, reclamaron al futuro presidente gallego otros «compromisos concretos».
«Esperemos que esta política de gestos se concrete», expuso el secretario general de UGT-Galicia, José Antonio Gómez, y también su homólogo de la CIG, Suso Seixo, confió en «profundizar más» en futuras reuniones con Feijóo, que, según avanzó, se producirán tras su toma de posesión, a principios de abril.
«INTERLOCUCIÓN PERMANENTE»
Así, Feijóo mostró su «disposición» a mantener la «interlocución permanente» con los sindicatos y su «voluntad de llegar a acuerdos». «Habrá que ver cómo y de qué manera», matizó el secretario general de CC.OO, Xan María Castro, quien, no obstante, celebró que el próximo presidente gallego admitiese que mantener un espacio de negociación con sindicatos y patronal es «una cuestión fundamental».
También Gómez consideró «muy importante» mantener el diálogo social en la actual coyuntura económica, que calificó como «muy difícil», y, por esta razón, se felicitó por el hecho de que Feijóo se haya comprometido a desarrollar algunos de los pactos alcanzados con el bipartito, como el Acuerdo por la Competitividad.
Pese a que la CIG no suscribió este y otros acuerdos, Seixo reconoció que durante esta legislatura hubo «avances» en materia de estabilidad laboral, por lo que llamó al próximo Gobierno gallego a «incidir» en la lucha contra la precariedad y la temporalidad.
PREOCUPACIÓN POR EL EMPLEO
Precisamente el empleo es la principal preocupación que los sindicatos trasladaron al futuro presidente de la Xunta, al que pidieron «protección social» para los trabajadores. «Hay que garantizar tanto el empleo privado como el público», demandó Gómez, y Seixo también pidió a la Xunta que «dé ejemplo». De este modo, reclamó a Feijóo que genere «empleo de calidad» y que inyecte liquidez a las pequeñas y medianas empresas para mejorar su financiación.
Al hilo de esto, el representante sindical de la CIG sacó a colación la posibilidad de crear una banca pública gallega y lamentó que Feijóo no concretase hoy su postura sobre este tema. También planteó que otro «capítulo importante» del futuro Gobierno debe ser la política de transferencia de competencias, básica para dar respuesta a la crisis, según él. Asimismo, reivindicó la necesidad de mantener el gasto social, un asunto en el que coincidió Xan María Castro.
Así, el secretario general de CC.OO. se interesó por el futuro de algunos órganos creados por el bipartito para la prestación de servicios públicos, como el Consorcio de Servizos Sociales, con el que este sindicato fue especialmente crítico a lo largo de esta legislatura. La cuestión lingüística es otro de los asuntos que los sindicatos pusieron sobre la mesa por su preocupación de que se pongan en marcha «medidas enormemente regresivas», en palabras de Suso Seixo.
HUELGA GENERAL
Preguntados por la posibilidad de que convoquen una huelga general, los sindicatos se mostraron prudentes, aunque no la descartaron. «Es algo muy serio y hay que plantearlo con cautela», manifestó Gómez y, en la misma línea, Castro abogó por no poner la venda antes de la herida.
No obstante, aseguró que si la futura Xunta adopta medidas «en contra de los trabajadores», los sindicatos tendrán que «dar respuesta». También Seixo consideró que «hay que esperar», pero matizó que la huelga general «no es una opción descartable» tras expresar sus «temores» de que el Gobierno de Feijóo «reproduzca» prácticas de los anteriores Gobierno Fraga. «Y no los vamos a consentir», advirtió.
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