El consejo de dirección del grupo Volkswagen viaja el martes a Barcelona para celebrar una reunión que podría ser decisiva para adjudicar la producción del nuevo todoterreno de Audi Q3 al que opta la fábrica de Seat en Martorell (Barcelona).
El encuentro serviría en principio para desvelar si la planta catalana acabará fabricando este modelo, siempre y cuando Seat y los sindicatos alcancen hoy un acuerdo sobre las condiciones planteadas por la compañía para que la candidatura catalana se lleve el Q3.
Hace una semana, Seat planteó al comité de empresa la necesidad de congelar los salarios durante dos años para contener los costes laborales, así como prolongar el ERE temporal durante un periodo de hasta dos años para salvar el excedente actual de 1.500 trabajadores. Un excedente que quedaría solventado en caso de adjudicarse el Q3, que empezará a producirse en 2011 según los planes de la multinacional.
Las mismas fuentes explicaron que la Generalitat ha mantenido "intensos contactos" con la empresa para colaborar en que la decisión del consorcio alemán sea favorable para Cataluña, pero recordaron que, "al final, el pacto con la plantilla es primordial".
Los sindicatos que conforman el comité de empresa de Seat tienen prevista hoy una reunión para plantear sus propuestas sobre las medidas que estarían dispuestos a aceptar para fabricar el nuevo Audi. El presidente del comité de empresa, Matías Carnero, confió en que el resultado final del encuentro sea una propuesta unitaria para llevar ante la empresa.
Carnero ha reconocido que "no existe todavía ningún tipo de decisión" sobre la adjudicación del Q3, por lo que insistió en la necesidad de alcanzar un consenso para garantizar que Martorell sea el destino final.
PROS Y CONTRAS
El presidente del comité de Seat reconoció que su "temor más grande" no es la planta que el grupo Volkswagen tiene en Bratislava (Eslovaquia), sino que la auténtica competidora de Martorell podría ser la factoría de Audi en Alemania, donde la plantilla "está ejerciendo una presión muy fuerte para que el nuevo modelo se quede allí", ya que también necesitan carga de trabajo.
Tras una reunión por videoconferencia con los distintos responsables de los comités en el grupo, Carnero conoció la disposición de la plantilla alemana de apretarse el cinturón y llevar a cabo una congelación salarial y otras medidas para que el Q3 no se convierta en el segundo modelo que pierde la factoría, después de que el Audi A1 se adjudicara a la fábrica de Bruselas.
"La situación de Audi también es complicada; durante 2009 pararán la producción durante un total de 2 meses y medio", recordó el máximo responsable del comité de empresa en Seat, que consideró "clave" la unidad para conseguir este nuevo modelo que garantizaría el mantenimiento de la plantilla y carga de trabajo.
A su favor juega, como ya ha manifestado Seat en varias ocasiones, la capacidad de una factoría bien preparada tecnológicamente para fabricar este modelo de gran valor añadido, así como la preparación y competitividad de sus trabajadores. El fabricante ya advirtió que la planta esta en un momento "clave" para decidir su futuro.
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