Entre 4,5 y cinco millones de personas en el mundo reciben las remesas que sus familiares emigrados envían desde España. Bolivia es país más beneficiado, teniendo en cuenta que el dinero remesado a este país supone el 10% de su producto interior bruto. Muchas de las familias que reciben estas remesas no tienen otra fuente de ingresos por lo que algunos expertos temen que muchas familias recaigan en la pobreza teniendo en cuenta el descenso generalizado de los envíos de dinero registrado en 2008 consecuencia de la crisis económica.
El volumen de dinero enviado por los inmigrantes desde España se fue reduciendo progresivamente a lo largo de los tres primeros trimestres de 2008, en una relación inversa con el incremento de las cifras de parados, hasta convertir este año en el primero desde 1990 en el que se registra una reducción de las remesas desde España.
Así, entre enero y marzo se registró un descenso del 2%, que alcanzó el 4,5% en el segundo trimestre y el 7% en el tercero. A falta de datos correspondientes a la recta final del año, todo parece indicar que no se alcanzarán los niveles de 2007, cuando de España salieron 8.130 millones de euros, el 70% de los cuales recayó en países hispanoamericanos.
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