El fabricante de automóviles Opel ha presentado un plan de reestructuración en el que se contempla el cierre de tres de sus fábricas, Eisenach y Bochum, en Alemania, y Amberes, en Bélgica, y el despido de la quinta parte de la plantilla europea, 11.000 trabajadores, según publica el medio alemán ‘Der Spiegel’.
Con estas medidas Opel pretende ahorrar 1.200 millones de dólares -949 millones de euros- en gastos de personal. Otra opción presentada por el fabricante es suprimir 3.500 empleos y bajar el salario al resto de los trabajadores.
El Gobierno alemán ha señalado que buscará una solución, aunque Ängela Merkel ha declarado que se prestarán ayudas si los beneficios son mayores que los daños para todo el mundo.
Lea la noticia en Der Spiegel.
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