El cierre de la empresa textil Free Man-Free Woman, en la localidad ciudadrealeña de Almedina, ha supuesto que treinta trabajadoras hayan perdido su empleo después de que el propietario de la misma, José María Amador, concejal en Villahermosa (Ciudad Real), no pudiera hacer frente al pago de los salarios de las mismas. La empresa estaba operativa desde el año 1999, y cesó definitivamente su actividad el 10 de febrero pasado; el empresario se llevó las máquinas sin que las empleadas pudieran hacer nada por impedirlo.
El cierre, además de los despidos, supone la desaparición de una de las pocas empresas establecidas en este pequeño municipio de 700 habitantes. El ayuntamiento intentará incentivar la implantación de nuevos negocios en la localidad ofreciendo dos locales de quinientos metros cuadrados con un alquiler de un céntimo de euro, siempre que los trabajadores sean del pueblo.
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