La secretaria de Estado de Inmigración y Emigración, Consuelo Rumí, ha asegurado que por primera vez en los últimos diez años se redujo en 2008 la llegada de inmigrantes en España.
Tras la presentación del Anuario de la Inmigración en España 2008, Rumí ha destacado que el aumento de la tasa de desempleo de la población extranjera el pasado año no fue por destrucción de empleo sino por el crecimiento de la población activa, "algo previsible cuando se autorizan las reagrupaciones".
"Los instrumentos que tenemos para autorizar las entradas legales vinculadas a mercado de trabajo nos dicen que hay un descenso, parece que va ser la tendencia", ha dicho Rumí, quien ha explicado que en 2008 hubo 50.000 autorizaciones de residencia de trabajo menos que en 2007 y que también descendieron en 30.000 las reagrupaciones familiares.
"La crisis económica tendrá un efecto directo y muy importante en la llegada de personas extranjeras y este resultado no debería extrañarnos porque el factor de atracción para venir son las oportunidades de empleo".
Rumí ha explicado que el pasado año no se registraron cifras que demostraran que la crisis hubiera afectado a los inmigrantes, pero ha reconocido "que ya se han producido descensos o contenciones de la inmigración legal que marcan el inicio de una tendencia" de reducción de los flujos migratorios.
Para afrontar estos cambios, la secretaria de Estado ha insistido en que el Gobierno seguirá manteniendo la misma política de ordenación de la inmigración legal de acuerdo con las demandas del mercado laboral.
Ha recordado que ya son más de dos mil personas las que se han acogido al programa de retorno voluntario para desempleados que han acumulado su derecho de desempleo, y que otros 1.800 volvieron a sus países ayudados por el programa de atención social gestionado por ONG.
Respecto a la reforma de la Ley de Extranjería, Rumí ha señalado que el Gobierno incorporará las sugerencias que se hagan desde distintos organismos para mejorar la ley "siempre que no intervenga en ese concepto de política equilibrada" y ha rechazado que el proyecto del Ejecutivo vaya a castigar la solidaridad con el inmigrante, tal y como afirman algunas ONG.
Además, ha justificado como "razonable" el aumento del periodo de internamiento de 40 a 60 días, otra de las críticas planteadas por el Foro para la Integración Social de los Inmigrantes, que también discrepa de la limitación de la reagrupación familiar para los mayores de 65 años.
Uno de los codirectores del Anuario, presentado en la Fundación José Ortega y Gasset, el profesor Josep Oliver, ha coincidido en que el paro en la población inmigrante ha crecido por la llegada al mercado laboral de personas que ya se encontraban en España, principalmente por reagrupación familiar, no por la destrucción de empleo.
No obstante, ha pronosticado que para los próximos meses "ante el recrudecimiento de las condiciones de trabajo especialmente para los hombres inmigrantes, se empezará a ver esa destrucción de empleo, mientras que las mujeres inmigrantes entrarán de manera más intensa para compensar la situación del hogar".
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