El gobernador de Puerto Rico Luis Fortuño anunció que su plan de reconstrucción económica y fiscal incluye el despido de más de 30.000 empleados públicos y nuevos impuestos. "La cantidad puede ser significativa y me temo que puede exceder los 30.000" empleados públicos cesados, expresó en rueda de prensa.
El mandatario dijo que antes de comenzar los despidos intentará ahorrar recursos al ofrecer una reducción permanente de un día laboral a los empleados públicos y un plan de retiros voluntarios.
"El gobierno es demasiado grande y gasta mucho y lo que gasta es el dinero de todos los puertorriqueños que diligentemente entregan sus planillas. Sencillamente el gobierno se tiene que achicar", dijo el gobernador en un mensaje radial y televisado de media hora.
El gobierno es el principal patrono de la isla, donde residen 3,9 millones de personas. La nómina del sector público asciende a 5.528 millones de dólares anuales, según datos del Banco Gubernamental de Fomento (BGF).
La Junta de Planificación registraba en junio de 2008 un total de 218.000 empleados públicos, que representan un 21% de la fuerza laboral del país.
Los gobiernos municipales emplean a otras 63.000 personas, mientras que las agencias del gobierno estadounidense en la isla cuentan con unos 14.900 trabajadores.
Desde el año fiscal 2000, los gastos en la nómina pública han aumentado alrededor de 6% anual, mientras que los ingresos del gobierno han incrementado en sólo 1%.
El presupuesto gubernamental para el presente año fiscal asciende a unos 9.500 millones de dólares, pero Fortuño espera que su plan ayude a reducir el gasto público en 1.700 millones de dólares al año.
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