La Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE) recomienda a España flexibilizar el mercado laboral y abaratar el despido, según se recoge en el informe ‘Objetivo crecimiento 2009’ presentado hoy en París, en el que se indica igualmente que la economía de los 30 países más desarrollados del mundo vive una de las recesiones más graves desde al menos los años ochenta.
Frente a la crisis, la OCDE apuesta por continuar adelante con las reformas estructurales y, en el caso de España, cree conveniente que el Gobierno permita a las empresas derogar más fácilmente la aplicación de los acuerdos salariales y favorecer la supresión de las cláusulas de reajuste de la inflación.
Además, pide reducir todavía más las indemnizaciones por despido de los contratos indefinidos y promover un contrato de trabajo único que contemple indemnizaciones por despido proporcionales a la antigüedad.
Para la OCDE, el actual nivel de indemnizaciones segmenta el mercado laboral, con el consiguiente efecto negativo sobre el crecimiento de la productividad, y dificulta la plena inserción laboral de mujeres, jóvenes e inmigrantes.
Asimismo, para intensificar la competencia en el comercio minorista, aboga por eliminar los "numerosos obstáculos" que ponen las autoridades regionales a la creación de grandes superficies y centros comerciales.
El informe añade que España prosigue la convergencia del PIB por habitante debido a una fuerte utilización de los recursos en mano de obra y una rápida acumulación de capital. No obstante, advierte de que el aumento de la competitividad ha sido "muy débil".
TENSION EN LOS MERCADOS
Ya en términos generales, pone de relieve que los mercados financieros mundiales están sometidos a una "extrema tensión", sin precedentes desde los años treinta.
"Las dificultades de los mercados financieros han pesado cada vez más sobre la economía real: el PIB se contrajo a finales de 2008 en la mayoría de los países de la OCDE y la producción industrial se hundió", certifica la organización, que plantea como respuesta "estratégica" frente a la crisis continuar adelante con las reformas estructurales.
"En ningún caso hay que cometer los errores de crisis precedentes. En particular, cualquier intento de hacer bajar el paro reduciendo la oferta de trabajo se volvería tan perjudicial como en el pasado y no haría más que empobrecer nuestras sociedades", alerta. De igual forma, cree "indispensable" mantener la apertura de los mercados y evitar un "nuevo proteccionismo", para aumentar la prosperidad mundial.
Subraya que la "debacle" de los mercados financieros no cuestiona los efectos beneficiosos de las reformas recomendadas que se refieren especialmente a los mercados de productos y al mercado laboral.
Además, sostiene que una mayor flexibilidad de ambos mercados permitiría sin duda resistir mejor futuras contracciones de la actividad económica y con un menor coste en términos de producción y empleo.
El informe identifica, pues, tres grandes categorías de reformas presupuestarias y estructurales: aumento del gasto en infraestructuras, aumento del gasto en políticas laborales activas mediante programas obligatorios de formación, y una rebaja en el impuesto sobre la renta de las personas físicas, sobre todo a favor de los asalariados más precarios.
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