El ministro de Trabajo e Inmigración, Celestino Corbacho, ha anunciado hoy que el Gobierno estudia congelar el sueldo de los funcionarios que ganen más de 30.000 euros ‘si las cosas siguen igual’ en 2010, una medida que afectaría a cerca de un millón de empleados, un tercio de la Administración.
En este sentido, Corbacho recordó que el Gobierno ‘empezó dando ejemplo congelando el salario de sus ministros y sus altos cargos’, por lo que consideró ‘razonable’ que la Administración ‘camine por la vía de que los sueldos de los altos cargos se congelen’, indicó en una entrevista publicada hoy en ‘El Mundo’ y recogida por Europa Press.
De todos modos, el ministro se mostró esperanzado en salir de la crisis ‘en diciembre de 2009’ y apostó por ‘frenar al máximo la destrucción del empleo’, aunque añadió que este extremo ‘pasa por la evolución de la economía internacional’.
Por otro lado, el ministro no consideró ‘prioritaria’ una reforma del mercado laboral al considerar que ‘ni se resolvería el problema de fondo de la crisis ni se pondría en marcha un nuevo modelo de desarrollo económico’.
Asimismo, respecto al debate suscitado sobre la posibilidad de abaratar el despido en España, Corbacho apostó por incentivar las contrataciones. ‘Un país que en un año ha destruido un millón de puestos de trabajo no necesita abaratar el despido, sino crear empleo’, aseveró.
PROBLEMAS PARA LOS INMIGRANTES
Corbacho también aseguró que, a corto plazo, el mercado laboral español ‘no está en condiciones de poder asumir más trabajadores inmigrantes’ debido, entre otras razones, a que actualmente hay medio millón de personas extranjeras en paro en España.
Además, el ministro se mostró contrario a la desaparición de normas regulatorias, en alusión a la petición de los empresarios que se decantan por los ERE sin autorización administrativa, lo que calificó de ‘barbaridad’.
En cuanto al futuro de la Seguridad Social, Corbacho se mostró confiado en que ‘no entrará en números rojos’, ya que cuenta con un fondo de reserva de 57.000 millones de euros, ‘el más alto de la historia’, y se prevé un superávit de entre el 0,3 y el 0,4 por ciento para finales de este año.
‘Las pensiones están garantizadas para 2023’, aseveró. De todos modos, consideró ‘bochornoso’ jubilar a los trabajadores de entre 50 y 55 años, y vaticinó que si esta medida se impusiera como criterio se pondrían ‘en riesgo’ las pensiones.
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